Opinión

Los ingleses contagian Benidorm

La oleada de ingleses hacia Benidorm ha provocado, según los expertos, una nueva dinámica ascendente del Covid hasta el punto de originar un cambio radical en las restricciones, como las que se ha visto obligado a adoptar el principal hospital público de la zona, con limitaciones en la actividad como las que imperaron hace meses. Lo sorprendente de este escenario lo desvela la ausencia de correspondencia existente en el intercambio de pasajeros entre España y Reino Unido. Mientras un español debe hacerse una prueba de antígenos allí en el momento de la entrada, con la circunstancia que ya ha debido abonar las 21 libras (23 euros) antes de salir de salir de aquí, sus ciudadanos llegan libremente a España. De ahí que la Benidorm esté en una situación más apurada que el resto.

La preocupación va a mayores. Desde ayer, en el citado centro tan sólo se permite un acompañante por paciente, que no puede entrar ni salir, y además se estudia la paralización de operaciones quirúrgicas por el elevado número de contagiados.

Nuestros gobernantes han de tomar alguna medida para afrontar esta especial circunstancia. Conocidas son las peculiaridades vividas en Gran Bretaña desde el inicio de la pandemia. Recordemos cómo su primer ministro, Boris Johnson, apostó por conseguir la «inmunidad de rebaño» mediante el contagio de la mayoría. Desde entonces se han caracterizado por sus diferencias con el resto de los europeos y de gran parte de las naciones.

La apertura de fronteras hacia España ha traído una pléyade de turistas isleños, especialmente a partir del puente del Pilar. La alegría del sector hostelero en la capital de la Costa Blanca fue expresiva por la tradicional hornada de visitantes ingleses. Esa satisfacción se ha tornado hoy en preocupación para muchos. Así es la vida.