Partido Popular

Canela fina | Casado en España, Ayuso en Madrid

«Si no se produce la reconciliación entre Casado y Ayuso, la maniobra sanchista del “divide y vencerás” habrá devastado al PP»

Para mantener la unidad del Partido Popular y su fortaleza es necesario superar la situación con concesiones por ambas partes de manera que se afiance Pablo Casado en España como candidato a la presidencia en las elecciones generales; e Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid. Todo lo demás sería hacer el juego a los intereses del sanchismo.

Pedro Sánchez, para asegurar su permanencia en Moncloa, urdió entre otras, dos operaciones: en primer lugar desmantelar el poder autonómico del PP con mociones de censura en Murcia, Madrid, Castilla y León y Andalucía. En segundo lugar, atizar la división interna del PP hasta provocar un choque frontal entre Casado y Ayuso, incluso estimulando a la presidenta para que creara un nuevo partido.

La primera maniobra le salió mal a Sánchez gracias a la sagacidad de Miguel Ángel Rodríguez y a la contundente lucidez de Ayuso. Estamos en la segunda jugarreta, que navega por ahora en favor del sanchismo. No debo acordarme del nombre del dirigente socialista que filtró a Génova la presunta irregularidad del hermano de Ayuso. Ante la actitud ambigua de algunos dirigentes nacionales del PP, la presidenta reaccionó de forma fulminante, denunciando a bombo y televisión una oscura maniobra de espionaje contra ella.

Casado es un político prudente, moderado y sagaz. Heredó un partido hecho trizas y en tres años lo instaló de nuevo como alternativa de victoria. Ayuso ha demostrado un carisma espectacular y una eficacia política que ha producido general asombro. Para el PP, es imprescindible el entendimiento entre los dos. La reunión del pasado viernes «abrió el camino de la reconciliación». Aznar podría hacer de mediador. En Génova se ha denunciado la campaña contra Casado desde varios medios de comunicación, sinceros unos, condicionados otros por las subvenciones ingentes que están recibiendo directa o indirectamente.

Si no se recompone el entendimiento entre Casado y Ayuso, la maniobra sanchista del «divide y vencerás» habrá triunfado porque el escándalo está devastando al PP. Aún más. Hace ocho meses, todas las encuestas serias daban a Casado vencedor en las elecciones generales. Si se celebraran ahora, Sánchez sería el triunfador.

Luis María Anson, de la Real Academia Española