Fútbol

Señoros

Los cafres acomplejados tienen suerte de que siempre se tenga que poner la educación del mismo lado porque, si le decimos la verdad, quedamos nosotras en evidencia

Ha escrito un señoro en otro periódico que, llenar el Camp Nou para un partido de fútbol femenino, no es otra cosa que querer hacer lo que hacen los hombres. Dijo concretamente que el fútbol femenino «no se basa en el derecho de las mujeres a jugar a fútbol sino en su obsesión por hacer lo que nosotros hacemos». Escribió algunas gilipolleces más sobre quiénes llenan estadios, sobre quiénes mandan en los deportes y sobre las motivaciones que tenemos las mujeres para hacer ciertas actividades. Ni le voy a citar por su nombre, no por nada, es por no darle bola. Que no se quede esto en la espuma, que no se quede en un señoro que quiere figurar, sacar la cabecita, llamar la atención, o destacar por algo que no sea dar un asco extremo desde que se levanta. Realmente tiene mérito, ojo. Hay pocos homínidos que puedan teclear en un ordenador y que se lo publique un periódico. Los cafres acomplejados tienen suerte de que siempre se tenga que poner la educación del mismo lado porque, si le decimos la verdad, quedamos nosotras en evidencia. Encima. Lo que pasó el otro día en el campo del Barça es una noticia extraordinaria. Se llenó un estadio magnífico, grandísimo, para ver a unas mujeres jugando al fútbol. Incluso, Alexia Putellas, ídolo blaugrana y en todo el mundo del fútbol femenino, se fotografió con la afición del Real Madrid. Más de noventa mil personas, muchas de ellas con sus hijas, para ver ese partido. Y no es el primero. No ha sido el primero en el que se ha llenado un campo de Primera para ver a unas mujeres jugando al fútbol. No lo es ni lo será, porque hay muchos padres y madres mirando por encima de su caspa para que sus hijas vuelvan a llenar estadios, polideportivos, canchas, o para que, simplemente, hagan deporte. Y no se sientan inferiores, para que no se sientan con esas taras que ve este señoro insoportable. Cuando nos cuenten que todo está conseguido, recuerden todos esos padres que tienen hijas, que aún pululan personas que creen que sus niñas están llamadas a ser madres y a poner la mesa a su prole. Únicamente. Luchen por ellas. Y si quieren poner la mesa, también.