Guerra en Ucrania

Paracuellos, Katyn, Bucha…

«Hay un hilo conductor desde los horrores de la Revolución Rusa que llega hasta las atrocidades cometidas en Bucha»

A nadie le ha sorprendido que se haya producido una sobrecogedora masacre en Bucha. La razón es que los comunistas tienen una acreditada tradición en este tipo de barbaries. No significa que otros países no las hayan perpetrado, pero los genocidios es algo que caracteriza al comunismo ruso desde que consiguió el poder tras la Revolución de 1917. Desde entonces no han parado de asesinar utilizando las formas más diversas y atroces. Putin es un comunista de manual. Es algo que quiere negar la izquierda política y mediática europea, pero es bueno recordar que se formó en la Unión Soviética. Es lo mismo que sucede con el presidente chino. Esta ideología ha ido evolucionando para adaptarse a la realidad, pero sigue teniendo el mismo planteamiento de dominación mundial, partido único y control de los medios económicos. Todo ello incardinado en el siglo XXI y adaptado a las nuevas necesidades tras el fracaso de la Unión Soviética, el maoísmo y otros horrores que le son consustanciales. La evolución del comunismo soviético, que se ha ido transformando, también, desde Lenin y Stalin hasta la Glasnost, lo encarna Putin y la oligarquía política, económica y social que domina Rusia.

Al final, el comunismo se expresa siempre con la misma crueldad y desprecio por los derechos humanos y las libertades políticas como hicieron el nazismo, el fascismo o las dictaduras militares. Todo es la misma basura, aunque los primeros siempre han despertado una mayor simpatía entre los intelectuales, los periodistas y los sindicatos. Hay un hilo conductor desde los horrores de la Revolución Rusa que llega hasta las atrocidades cometidas en Bucha. Es lo que sucedió en la Guerra Civil Española con la matanza en Paracuellos de Jarama, las checas y los paseíllos. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos perpetraron la masacre de Katyn, donde fueron asesinados más de 22.000 militares, intelectuales, policías y otros civiles polacos. La lista de horrores ordenados por los dirigentes rusos en todo el mundo durante el siglo XX responde a un concepto de crueldad bélica. Es una técnica disuasoria para provocar el terror y que aplicaron los comunistas durante la Guerra Civil contra los rusos blancos. Por tanto, es coherente con su forma de entender un conflicto bélico.