Cine

Caer bien

Cagarla si eres Mickey Rourke es una cosa, meter tanto la pata si eres Will Smith es otra

Ahora que están Vds iniciando su descanso vacacional, servidora se va a poner cansina. Voy a volver a lo de Will Smith. Ya hemos dicho por aquí lo que nos parecía el sopapo que le dio a Chris Rock en la ceremonia de los Oscar, así que voy a proponerme no repetir argumentos sobre ese momento equivocado y lamentable del actor que achaqué a algunas otras cosas más profundas que defender simplemente a su dama de un cómico maleducado y chusco. Por cierto, los hermanos del cómico chusco han dejado a su pariente en bailarina de ballet: han amenazado a Smith y han llamado perra/zorra a su mujer. Volvamos a Will que, arrepentido, ha dejado la Academia de Hollywood (Academia que acaba de vetarle por diez años de cualquier acto de la organización) y ha ingresado en un centro de rehabilitación por voluntad propia. Jadda Pinkett, mientras tanto, ha contado a sus íntimos que su marido lo exageró todo, que ella no necesita la protección de su esposo. Miren, lo de Will Smith es una putada enorme para él. Sólo conocemos su faceta pública, consistente en caer bien como modo de vida, haciendo de esa manera de aparecer en público una de sus fortalezas para reforzar su estrellato. Cagarla si eres Mickey Rourke es una cosa, meter tanto la pata si eres Will Smith es otra. Pónganse en sus zapatos y llegarán a una conclusión terrible: esto es una tragedia para una cabeza como la suya, preparada sólo para recibir palmadas en la espalda. ¿Le convierte esto en un ser violento? No lo sabemos, lo que sabemos es que, seguramente, no estaba bien cuando metió el sopapo y que ese patinazo va a ser devastador, no ya para su carrera (que lo está siendo) sino para su estado emocional. Lo dijo en su discurso tras conseguir el Oscar: esta industria te convierte en alguien que debe, que está obligado, a aguantar lo que no podría aguantar nadie, a poner buena cara cuando te están jodiendo, a soportar faltas de educación. Ese es verdaderamente el asunto central de todo este episodio. Ojalá y salga de esa clínica liberado, admitiendo que nada va a ser como era, y metabolizando que, en ocasiones, estos cambios de personaje, son buenos a la postre.