Pedro Sánchez

7 días, 7 cesiones

Convendría que, si queda algún resto de izquierda constitucionalista y honesta, aquella que parecía que creía en España, procediese al rescate de este PSOE

Según la RAE, cesión significa renuncia de algo, a favor de otro. Un concepto muy presente en la actualidad política, porque en España tenemos un Gobierno dependiente de los independentistas y cesionista con los secesionistas. Repasemos las de esta semana:

1.-La comparecencia de Sánchez ante el Congreso, que ratificó que es capaz de criminalizar al CNI por sus investigaciones legales a dirigentes separatistas, de sugerir que actuó con una peligrosa autonomía incompatible con el Estado de derecho y de comprometerse a maniatarlo en el futuro, todo para intentar saciar a quien todos sabemos que es insaciable.

2.-Los obstáculos que el Gobierno ha trasladado a las asociaciones de guardias civiles y sindicatos policiales, dificultando que se celebre un gran homenaje a los agentes de las FCSE que consiguieron acabar con ETA. Un ataque a quienes encarnan la primera línea en defensa de nuestra libertad y nuestra democracia, todo para agradar a Bildu y mantener a su favor cinco votos.

3.-La negativa del Gobierno a informar al Congreso sobre los beneficios penitenciarios concedidos a condenados por el terrorismo de ETA, para defender la protección de datos personales, lo que pone opacidad a la impunidad en un capítulo de cesiones especialmente doloroso, que afecta de manera muy singular a la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo.

4.-La nueva ley lingüística catalana, redactada entre ERC, Junts y los comunes, nada menos que con el PSC, desautorizando la sentencia que fija el 25% de castellano en las aulas y avanzando en el proceso de demolición del castellano, todo para que el Gobierno pueda mantener sus alianzas.

5.-El voto favorable del PSOE a una propuesta del entramado nacionalista, separatista y de extrema izquierda para que los diputados puedan utilizar las lenguas cooficiales en el Congreso, lo que rompe el consenso tácito que representa su utilización, más allá de lo simbólico, en el Senado, con el objetivo claro y meridiano de introducir en la sede de la soberanía nacional el tóxico proyecto de la plurinacionalidad, que es caro en términos económicos, con costes propios de la ONU, pero sobre todo en términos de ataque a la lengua común como elemento vertebrador de la nación, a favor un proyecto disgregador.

6.-El apoyo socialista en el Senado a favor de la eliminación del tipo penal de las injurias a la Corona, que unida a la sorprendente y cansina exigencia de los ministros socialistas de que Don Juan Carlos ofrezca explicaciones que no le exige la justicia, revela que el Gobierno de Sánchez tiene también un problema con nuestro sistema de Estado, la monarquía parlamentaria que da sentido formal a nuestra democracia constitucional.

7.-El indulto parcial a la autora de un secuestro parental, pese a no mostrar arrepentimiento e incluso anunciar que lo volvería a hacer (¿les suena?), como fórmula de cesión entre socios de un mismo Gobierno.

Una cesión de media al día que demuestra que convendría que, si queda algún resto de izquierda constitucionalista y honesta, aquella que parecía que creía en España, procediese al rescate de este PSOE, no para evitar su naufragio electoral, que ya es inevitable, pero sí al menos el desastre ético al que de forma irremediable le conduce el sanchismo. Una semana más del sanchismo, pero en realidad una menos, porque ya falta poco para que, los mismos que evitaron en 2012 el rescate de nuestra economía, propicien, con el apoyo de los españoles, el rescate de nuestra nación. El problema es que, aunque poco tiempo, aún restan muchos días, y por ende más cesiones a los enemigos de España y de los españoles.