OTAN

Europa, siglo XXI y una guerra a sus puertas

Rusia se ha colocado fuera de la comunidad internacional vulnerando las normas aceptadas universalmente en la ONU y aprovechándose de la situación de predominio en el Consejo de Seguridad

Desde mi perspectiva como general retirado, creo que con la fuerza desplegada por Rusia no es posible invadir Ucrania y menos aún cualquier otro país europeo. Desde esa perspectiva personal, los objetivos estratégicos de Rusia eran fundamentalmente dos:

a.- Asegurar la autoproclamada independencia de las repúblicas rebeldes prorrusas de Donestz y Lugansk, en la región del Donbass, que llevaban desde 2014 sin interrupción en guerra civil en Ucrania.

b.- Unir la república de Crimea, anexionada a Rusia desde 2014, con el Donbass, asegurando la base de Sebastopol y la península de Crimea ante cualquier inestabilidad futura.

La acción para cercar, que no ocupar, Kiev tenía como objetivo que el gobierno y parlamento ucraniano se trasladaran a Liev, cerca de la frontera polaca, presionar hasta conseguir la dimisión del presidente y conseguir un gobierno favorable a Rusia. Embajadas como las de EEUU o GBR y la oficina de enlace de la OTAN se trasladaron a Liev. Sin embargo, el presidente Zelensky no hizo caso de las recomendaciones y no abandonó Kiev ni dimitió para detener la invasión. No conseguido ese objetivo político los rusos retiraron las fuerzas de Kiev, no tenían otra alternativa.

Las acciones sobre Jerson, Dnipro y Jarkov pretenden asegurar la orilla Este del río Dnieper y la central nuclear de Zaporiyia, dominando la línea que une las tres poblaciones y el territorio al Este de la misma, con la finalidad de anexionarlo a Rusia para ganar espacio de seguridad.

Las acciones hacia Odessa y la república pro rusa de Transnistria al Este de Moldavia pretenden negar el acceso de Ucrania al Mar Negro, probablemente no de forma definitiva sino como baza negociadora en las conversaciones que tarde o temprano se reanudarán.

Las acciones con misiles sobre centros militares cercanos a la frontera con Polonia tenían como objetivo desbaratar la organización y preparación de nuevas unidades ucranianas con ayuda internacional para enviarlas al Frente en el verano.

Rusia se ha colocado fuera de la comunidad internacional vulnerando las normas aceptadas universalmente en la ONU y aprovechándose de la situación de predominio en el Consejo de Seguridad para evitar cualquier reacción práctica aparte de la declaración de condena política de la Asamblea.

Rusia cree que su acción militar no es diferente a la que los EEUU hicieron en Iraq, Libia, Afganistán, Siria o el Kosovo serbio, u otras en Yemen, Somalia o Níger o incluso en Centro América. La diferencia fundamental es que para la mayoría de los europeos Ucrania es Europa, aspecto esencial que no disfrutan casi todos los países citados.

Rusia cree que se han sobrepasado tres líneas rojas: 1ª. En 2014 se derrocó mediante un golpe de Estado al gobierno de Ucrania simpatizante de Rusia; 2ª. Desde 2014 se limitó progresivamente el uso del idioma ruso y se produjo el ataque del ejército y milicias ucranianas ante el levantamiento de las repúblicas del Donbass contra el nuevo gobierno que consideraban hostil y 3ª. En 2014 Ucrania modifica su legislación para abandonar su estatuto de «no alineado y neutral» para optar por su ingreso en la OTAN.

Las tres se producen en 2014 modificando el statu quo anterior. No se discute que Ucrania como nación soberana pueda decidir su futuro y la forma de garantizar su seguridad y defensa. Lo que se pone en duda es el procedimiento unilateral utilizado que rompe un largo periodo de estabilidad de 30 años.

Para la OTAN y la UE se han traspasado otras tantas líneas rojas: 1ª. Rusia no puede de ninguna manera resolver la crisis desatada en 2014 con Ucrania mediante el uso de la fuerza y la invasión militar, a pesar de los fracasos de los acuerdos de Minsk; 2ª. Rusia ha utilizado su situación de privilegio en el Consejo de Seguridad de la ONU y su condición de Potencia Nuclear para invadir un país mucho más débil, creando una situación de vulnerabilidad internacional; 3ª. Rusia ha utilizado su poder energético y en recursos para tratar de doblegar la voluntad internacional creando una crisis económica y alimentaria global de alcance insospechado. Rusia nos ha hecho retroceder al tiempo de la Guerra Fría.

Desde el Maidan en 2014 y la invasión de Ucrania en 2022 han pasado ocho años, en esos años la guerra civil en el Donbass se ha mantenido gracias a la ayuda militar de los EEUU a Ucrania y de Rusia a los rebeldes. Además, Ucrania ha sido considerada desde 2014 como socio privilegiado de la OTAN con opción a ingreso, aspecto que para Rusia constituye un «casus belli». Europa, siglo XXI y de nuevo la guerra a sus puertas, poco se ha avanzado.

Luis Feliu Bernárdez. General de brigada (r). Academia de las Ciencias y las Artes Militares.