Pedro Sánchez
Canela fina | Rejón de muerte de la Europa unida
«La Europa unida tiene en el punto de mira a la España sanchista por el acoso a la independencia judicial»
Si la España sanchista quiere evitar una cornada europea al estilo de las propinadas a Hungría o Polonia, Pedro Sánchez deberá renunciar a su propósito de controlar los altos tribunales y el Consejo General del Poder Judicial. Las naciones que forman la Unión Europea no están dispuestas a que se introduzca en el viejo continente, hoy democrático, fórmulas como la cubana o la venezolana. La Justicia totalitaria que pretende el sanchismo, aunque se adorne con sofismas y denuncias, se engancharía en las alambradas europeas.
La proposición de ley del Partido Popular entorno al Consejo General del Poder Judicial es un canto a la Europa que propugna el robustecimiento de la independencia judicial frente a los aspavientos del poder ejecutivo para someter a los jueces. En La ciudad de Dios, San Agustín escribió: «Sin la Justicia, ¿qué son los reinos sino una partida de salteadores?». Para los que creen en el populismo socialcomunista que, entre el temor y el temblor, domina hoy Iberoamérica, las referencias a la independencia judicial no pasan de ser especulaciones dinosaurias. Sin embargo, el idolatrado Thomas Piketty viene a decir lo mismo en su condena del capitalismo.
Ante las embestidas de Europa, el Partido Popular ha sabido reaccionar y lo que propone ahora es el retorno a los vientos de independencia judicial que soplaron en la España de la Transición hasta 1985. Se trata de devolver a los jueces la potestad de elegir a doce de los miembros del CGPJ, exigiendo que los ocho restantes propuestos por el Congreso y el Senado no hayan ostentado cargos políticos ni parlamentarios.
La proposición de ley que Núñez Feijóo ha depositado en el Congreso de los Diputados está alineada con la doctrina de la Europa libre. Pedro Sánchez puede rechazarla, pero se pondría en evidencia. Si España quiere mantenerse en la democracia europea, no puede cebar los caminos de la independencia judicial. Tal vez el inteligente Félix Bolaños haga comprender a Pedro Sánchez que mantener una posición cesarista supone el riesgo de recibir un rejón europeo en todo lo alto. Tal vez no sería un rejón de muerte, pero más le vale a Pedro Sánchez evitarlo.
Luis María Anson, de la Real Academia Española.
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