Agresión sexual

Ojalá

Ojalá y Alves salga pronto de prisión, libre, absuelto. Lo deseo, fundamentalmente, porque así habría en el mundo otra mujer sin violar. Presuntamente, claro

Ojalá y Dani Alves sea inocente. Ojalá y todo esto sea una mentira de una chica de veintitrés años que sale una noche con sus amigas y se encuentra con la oportunidad de fastidiarle la vida a un futbolista inventándose una agresión sexual. Ojalá y fuera, como dice la esposa de Alves, otra de esas tantas mujeres que se le acercan en los reservados a intentar algo con él delante de su propia mujer. Ojalá tuviera Joana razón y fuera otra de tantas lagartas que buscan con malas intenciones a su marido.

Ojalá y las contradicciones que ha encontrado la jueza en su testimonio no existieran y sólo fueran producto del agua con misterio. Ojalá y los restos biológicos encontrados en el vestido de la chica denunciante y en el lavabo donde se produjeron los hechos no sean los de Dani Alves. Ojalá y no sean los de nadie. Ojalá y sea todo una burda manipulación, un embuste para sacar dinero. Ojalá y el envío a prisión sin fianza del futbolista haya sido únicamente para evitar tentaciones de fuga a un país con el que no hay acuerdo de extradición y fuera incluso una tentación lícita, la de un hombre inocente que no ha hecho nada y que por eso quiere irse a seguir viviendo su vida normal.

Ojalá y no existieran reservados en las discotecas, esos reservados para famosos o deportistas donde existe un mercadeo de carne infame, donde los tipos se sienten impunes y donde las jovencitas acuden a encontrar popularidad, exclusividad, para acabar normalmente rodeadas de babosos a los que, al final, tienen que soportar por dejarse invitar a champán. Ojalá ese ocio nocturno tan chungo, tan hortera y tan canalla desapareciera. Ojalá y se fueran a la mierda todos esos capullos que entran en las zonas VIP para evitar testigos de sus comportamientos simiescos. Ojalá y fuera mentira todo para que los señoros pudieran quejarse de que España es un país donde los hombres no están seguros y donde vale más el testimonio de cualquier chiquilla mentirosa antes que el de un caballero que se viste por los pies. Ojalá. Ojalá y Alves salga pronto de prisión, libre, absuelto. Lo deseo, fundamentalmente, porque así habría en el mundo otra mujer sin violar. Presuntamente, claro.