Cuartel emocional

El año de la pereza

Está Nochevieja se me atragantaron un poco las uvas, quizá eran demasiado grandes, por eso no pude pedir doce deseos mientras me las tomaba. Da igual, los deseos se cumplen cuando no se piden.

Otros años comenzamos enero con más fuerza, con más energía diríamos pero éste lo comenzamos con la pereza y el aburrimiento de no saber qué nos espera; quiero decir, nunca sabemos lo que nos espera porque el futuro está siempre por escribir pero, en este caso, a los españoles nos invaden solo las ansiedades de conocer cómo se va a comportar la fortuna con nosotros. El presente es malo, pero el futuro, nunca se sabe. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, bailábamos el otro día aplicándonos el cuento a cada uno, pero vivir en la incertidumbre no es la mejor de las situaciones. Según prospecciones a dos tercios de los españoles les gustaría que hubiera elecciones, pero es una quimera que no sabemos si se va a cumplir. Sánchez es posible que con su magia inesperada saque adelante los presupuestos, que continúe librándose de las manchas que salpican su traje azul azafata, que se alarguen hasta el innito los procesos en los que está envuelta su mujer, su hermano, su scal general, su ministro de cámara y todo el tropel de gente que conforma el cúmulo de corruptelas que lo empapan. Y todo así, con lo cual vivimos bajo una lona de pereza bastante insoportable; tampoco tenemos mucha salida porque en lo social solo hablamos de los múltiples pezones de la Pedroche y de la innecesaria ofensa a los católicos de la inesperada presentadora de otro canal televisivo, porque el resto, que eran muchos, quedaron totalmente reducidos a la nada, porque no epataron a nadie, porque eran normales y eso, amigo mío, no vende.

Está Nochevieja se me atragantaron un poco las uvas, quizá eran demasiado grandes, por eso no pude pedir doce deseos mientras me las tomaba. Da igual, los deseos se cumplen cuando no se piden. Son las conclusiones que te va dando la experiencia a medida que cumples años, lo mismo que hay que moderar la pasión y el entusiasmo porque luego todo se sucederá según le cuadre mejor a la providencia. Verdaderamente no es malo dejarse mecer en los brazos de la pereza y del escepticismo y esperar a que la vida nos sorprenda ella solita si quiere, y si no, no pasa nada, al n y al cabo el espectáculo está servido: nos queda por ver el n de las hostilidades entre Rusia y Ucrania; nos queda por ver la salida o no de Macron de la Presidencia de la República; nos queda por ver las maniobras de Trump y su colega Musk poniendo a la economía americana por las nubes; nos queda por ver el n de la guerra de Israel y el terrorismo de Hamás; y, en n, que con lo anterior dicho, ya tenemos para ir tirando. Cabe señalar que, aquí dentro, no hay nada que esperar aunque, como decíamos antes, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

CODA. Hoy, día 5 de enero, es víspera de Reyes y también el cumpleaños de un Rey que está fuera de donde debiera estar. Un Rey que ha protagonizado uno de los grandes reinados de la historia de España; que logró que nuestro país hiciera el difícil paso de la dictadura a una democracia normalizada sin traumas y sin sangre; que consiguió hacer protagonista y libre de vergüenza a un país postergado, denostado, humillado e inexistente en muchos sentidos, un país ignorante pobre e inculto; que la izquierda resentida y la derecha enaltecida convivieran en armonía y sin roces. Un Rey que ha sido nuestro mejor embajador, querido y considerado en todas partes y en todos los continentes. Sin embargo la estulticia del pueblo no ha permitido que su retirada sea la merecida, encontrándose a miles de kilómetros de donde debiera estar. Señor, con tanto respeto como cariño, quiero desear a Vuestra Majestad un feliz cumpleaños, rodeado de quienes todavía tienen la decencia de guardar la lealtad debida. Una vez más, Gracias.