Rosetta Forner

De mal en peor

La Razón
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Lamentablemente, al no presentarse, Juana está dando pie a todo tipo de especulaciones, incluidas esas manifestaciones en favor del marido. La historia se ha descontrolado. ¿Cómo reconducirla? ¿quién sabe qué es verdad y qué no lo es? ¿a quién creer y por qué creerle? ¿está escondida porque ha mentido o tergiversado la historia o porque él es verdaderamente un maltratador y ella está aterrada ante la idea de dejarle a sus hijos? A veces, al proceder de una determinada manera damos el mensaje contrario. No soy abogada, sino coach. Y, debido a mi pasado profesional como publicista, he desarrollado muchas estrategias para alcanzar objetivos. De haber sido Juana mi clienta le hubiese aconsejado dar la cara. Cierto es que la Justicia no es perfecta pero existen los abogados para defendernos de sentencias injustas. Y también, tribunales y jueces justos para apelar y solicitar que se haga Justicia ética. Seguro que Juana debe estar anímicamente mal y psicológicamente confundida. Todo empezó con la balanza inclinada a su favor. Y, ahora, por no dar la cara, puede que todo se torne en contra suya y de los niños. Lo deseable es que se sepa la verdad, pueda hacerse Justicia y que, sobre ella, no planee la sombra de la duda. Así la dignidad de las mujeres maltratadas quedará a salvo: no son feminazis, sólo son víctimas.