César Vidal

Diez recomendaciones para 2014

1. Recordemos que ha habido épocas peores. Si vuelvo la vista atrás no puedo decir que en los años sesenta o setenta hubiera nada mejor ni en Sanidad, ni en acceso a la Educación, ni en bienestar, ni en consumo, ni en cobertura social, ni en pensiones, ni en ayuda a los desempleados, ni en comunicaciones, ni en alimentación ni en nada. Sí, es cierto que éramos más jóvenes, pero eso no lo puede solucionar ningún gobierno. Si de situaciones peores salimos –recuérdese lo que fue la mayor parte del siglo XX– saldremos también de ésta. 2. No esperemos que otros solucionen nuestros problemas. A lo largo de la Historia de España, los problemas nunca han sido solucionados por otras instancias por mucho que se autolegitimen o se den autobombo. En términos generales, hasta hace poco, cualquier tiempo pasado fue considerablemente peor. Si queremos solucionar algo, pongámonos a ello. 3. En época de indecencia, propongámonos ser más decentes que nunca. Frente a las carencias, lo que se necesita es suplirlas no aumentarlas. 4. No nos dejemos llevar por la amargura. El resentimiento o el rencor son cargas muy pesadas incluso en tiempos de bonanza. Pueden aplastar a cualquiera en épocas de dificultad. Deshagámonos de ellas si es que las sufrimos. 5. Estemos dispuestos a perdonar. Desde luego, ocasiones no van a faltar. Pero además el perdón es restaurador y nos libera. Incluso nos asemeja a Dios. 6. Calibremos lo verdaderamente importante. Recuperemos el tiempo con la familia o los amigos y no dejemos que otros nos dicten lo que hemos de hacer con nuestras existencias apelando a la dictadura de lo políticamente correcto o cualquier otro dogmatismo. 7. No nos dejemos engañar por demagogos ni salvadores. En realidad, la mayoría sólo intenta sacar beneficio del río revuelto. En lo que dependa de nosotros, no lo consintamos. 8. Trabajemos con dignidad y orgullo. Estamos trabajando por nosotros y por los nuestros. Por eso vamos a hacerlo de manera excelente. 9. No perdamos la esperanza. Plantemos las semillas de la esperanza, con paciencia y con los ojos puestos en el futuro y eso será lo que segaremos y 10. Dirijámonos a Dios con confianza para pedirle ayuda y para darle las gracias por lo que nos otorga. Me consta que algunos lectores son agnósticos o incluso ateos. No importa. Si no creen en Dios, Dios sigue creyendo en ellos y está dispuesto a escucharlos. Si hacen la prueba, no se arrepentirán. Y ahora sí: ¡Feliz 2014!