Medidas económicas

El ajuste fiscal del PP

La Razón
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El anuncio del primero de los pactos entre el PP y el PSOE en la actual legislatura ha estado acompañado de una retahíla de notificaciones de naturaleza fiscal por parte del Gobierno. Lo interesante del caso es que, además, por boca del ministro de Hacienda, el PP parece haber renunciado a esa idea, otrora tan pregonada, de que la rebaja de impuestos formaba parte del ADN del partido. Yo no entiendo mucho de asuntos biológicos, sobre todo si son metafóricos, por lo que tengo que confesar que nunca entendí bien por qué el PP hablaba tanto de la reducción de los tributos –a la vez, por cierto, que ensalzaba la austeridad en el gasto público– cuando su práctica gubernativa se alejaba tanto de ese desiderátum.

Si nos atenemos a los hechos –es decir, a los balances que aparecen en las cuentas de las administraciones públicas–, la historia del Gobierno de Rajoy durante su primera legislatura es la de un ajuste fiscal muy amplio que permitió reducir el déficit público desde el 9,61 por ciento que dejó Zapatero hasta el 5,13 por ciento. Después, en el tiempo perdido de la provisionalidad poselectoral de 2016, esta última cifra se ha contraído algo y es posible que cierre el año en el 4,6 por ciento. Esos hechos muestran también que el 55 por ciento de la rebaja del déficit se logró aumentando sobre todo los impuestos indirectos, aunque sin desmerecer el incremento de la fiscalidad directa y de las otras tasas y exacciones que forman parte de la amplia nómina de los ingresos de las distintas administraciones. Naturalmente, el 45 por ciento restante de la consolidación fiscal corrió a cargo de la reducción del gasto público. Y si hay que atribuir responsabilidades, en lo que atañe al incremento de los tributos, éstas son preferentemente del Gobierno presidido por Rajoy –sin desmerecer a los ayuntamientos–; y en lo que concierne a los recortes del gasto, corresponden sobre todo a los gobiernos autonómicos y en parte también a los locales.

Está claro que, con estos antecedentes, al Gobierno de Rajoy le tira eso de apretar las clavijas a los contribuyentes, aunque haya que conceder, si nos atenemos a su discurso, que lo hace a regañadientes, con sufrimiento. En realidad, el elenco de los ministros que lo forman son hombres y mujeres con una elevada capacidad de aguante para la aflicción. Lo acaban de demostrar en estos últimos días cuando, presionados por la izquierda y en aras del consenso, han planteado un nuevo ajuste fiscal de unos 15.000 millones para cumplir con Bruselas, en el que nueve de cada diez de los euros en los que se va a reducir el déficit vendrán de la mano de un aumento de la recaudación de impuestos y sólo uno se va a quedar para la austeridad en el gasto. Por ello, tal vez tengamos que compadecernos de estos servidores del Estado, mientras pagamos con resignación la contribución que de todo ello nos corresponde.