Lucas Haurie. 28/9/2017
No hace falta ser un augur para vaticinar que el salón político va a seguir en lo venidero movido y coleando. Sobra escrutar los riñones de un gorrión o atender el vuelo de una abubilla, como hacían los oráculos de Roma, para adivinar que el ruido va a continuar de hilo musical en la plaza pública a partir del 1 de octubre. ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo más va a continuar el ruido? Ay, no. Para eso...