Iñaki Zaragüeta

Fracasan contra Rajoy

La Razón
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¿Por qué el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, criticó que Mariano Rajoy afirmara que no conocía la contabilidad del Partido Popular y, sin embargo, él mismo declarara en su día en el Congreso de los Diputados que «no sabía nada porque él no llevaba las cuentas del partido» cuando le preguntaron sobre la condonación al PSOE por parte de los bancos españoles de cincuenta millones de euros?.

Es una de las preguntas que se hacía mi amigo Rogelio al ver las reacciones a la comparecencia del presidente del Gobierno como testigo –se subraya poco que fue como testigo, no como acusado– comparecencia innecesaria y discriminatoria respecto a otros muchos españoles de toda clase y condición, como se ha demostrado después del evento.

Otra reflexión de mi amigo se centra en la necesidad de regular, si no eliminar, eso de la «acusación popular». Al analizar los abogados personados por la asociación ADADE, se percibe claramente la identificación con el partido socialista. Un director general en su Gobierno, un exconcejal de Parla, un candidato al Congreso de Sánchez... Parece claro que se trata de una acusación política, socialista por más señas.

Por cierto, una asociación presidida por un hermano del que fuera ministro de Justicia de Felipe González, Fernando Ledesma, y digna de que el Partido Popular se ocupara de investigar sus actividades y financiación. Por si acaso.

El problema para el secretario general socialista y su partido es la conclusión final. Mariano Rajoy ha salido prácticamente inmaculado y, por el contra, se ha evidenciado el fracaso socialista y demás grupos de oposición interesados en cargarse al presidente.

De risa es, por otro lado, que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se lanzara a calificar de «chulesca» la actitud del líder del Ejecutivo. Precisamente él. Así es la vida.