Ely del Valle

Gripado y en la cuneta

La Razón
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Una vez que el PSOE ha conseguido celebrar su Comité Federal sin que Fernández Vara haya tenido que salir en el maletero de su coche, con Patxi López postulándose como candidato a la secretaría general del partido, y con la estrella de Sánchez convertida definitivamente en una enana cósmica sin posibilidad alguna de colisionar con el planeta socialista, llega el momento de enterrar al difunto y hacer borrón y cuenta nueva, como muy bien saben Armengol y el propio Patxi. La primera no ha tardado ni medio compás en quitarse el luto, y el segundo se ha puesto manos a la obra con la gira que Sánchez nunca llegó a iniciar. Dicen los que tienen línea directa con el ex que anda fumando en pipa por lo que considera una traición de quien le aconsejó dejar el escaño como gesto de integridad. Eso para que te fíes de los amigos. A Pedro le ha fallado todo: desde su «sex-appeal» político hasta sus más íntimos colaboradores, pasando por los tiempos, que ésos no los ha dominado nunca, como bien demostró durante su gestión de funesto, ya, recuerdo. López es perro viejo de colmillo retorcido, y algo se tendría que haber imaginado Sánchez de esta comida de merienda en el mismo instante en el que el ex lendakari y fugaz presidente del Congreso cambió los trajes por el jersey de cuello caja. Ahora ya poco puede hacer. Su mentor le ha birlado el discurso, le ha dejado sin la tribuna del Congreso y se ha apropiado de la bandera de la resurrección de la socialdemocracia con un eslogan, «volver al socialismo», que es en sí mismo una bofetada a ese sanchismo del que hoy todo el mundo se aparta y del que, por mucho que algunos se empeñen, tan sólo queda un coche gripado lleno de planfletos sin estrenar.