María José Navarro

Non-grato

Está la cosa muy mal para Joaquín Almunia, a pesar de tener lo que las señoras manchegas venimos llamando un puestazo: vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Competencia, ahí es nada. De nada le vale el puestazo porque está la calle que trina contra él a raíz del tema de los astilleros y la espada de Damocles que pende ahora sobre un montón de puestos de trabajo. A Almunia le han puesto de «matasectores», «hundeastilleros» y traidor a la patria y la cornisa cantábrica, y él se defiende diciendo que únicamente ha hecho eso que tan poco se estila en este país de encierros y partidos del siglo: aplicar laLey sin mirar quién es el afectado. Almunia, dama de la Justicia calva con los ojos vendados, espada y balanza, ya no puede volver por Vigo: vaya Vd. por ahí con la Ley y la justicia, ha dicho el alcalde, ahora resulta que el único que hace las cosas según marca el manual lo hace en contra de los de casa, vaya puntería tenemos, persona non-grata, ea. La condena definitiva la ha pronunciado Anasagasti, ese azote de familias reales y peluqueros ortodoxos: «¡Que le quiten el carné del Athletic de Bilbao!», ha dicho Anasagasti moviendo furioso la cortinilla al viento, echándole una maldición gitana y quitándole la protección de San Mamés. Lo próximo, como si lo estuviera viendo, será tirar a Almunia al pilón. (Las últimas líneas son para la gran Elvira Lindo. Hace poco nos alegró el día cantando con Javier Limón y hoy sabemos de su pena. Un beso enorme).