César Vidal

Tom Sawyer en Andalucía

En 1876, Mark Twain publicó «Las aventuras de Tom Sawyer». Aunque muchos lo consideran una obra infantil, en realidad, Twain escribió una novela picaresca aunque eso sí más risueña que las españolas. Por ejemplo, un día, Tom recibe la orden de pintar una cerca. Nada deseoso de cumplir con su deber, Tom acaba convenciendo a otros niños no sólo de que la tarea no es pesada sino de que, en realidad, se trata de una diversión que merece la pena pagar. Así, astutamente, Tom no cumple con su obligación, descarga su trabajo sobre otros y, por añadidura, se llena los bolsillos gracias a aquellos que han sido tan ingenuos como para dejarse engañar. Me he acordado de Tom Sawyer precisamente al reflexionar sobre la campaña andaluza que se desarrolla tras la sucesión de dos presidentes en menos de tres años, la aprobación de tan sólo tres leyes en esta legislatura y, por encima de todo, unos datos sobre el régimen creado por el PSOE en Andalucía verdaderamente pavorosos. Porque al sur de Despeñaperros desde hace tres décadas no hay un Gobierno sino un régimen que, a pesar de sus soflamas populistas, presenta unas cifras sociales dignas del Tercer Mundo. En el área laboral, Andalucía padece un 34 por ciento de desempleo –casi 1,4 millones de parados– y un 22,07% de los hogares no cuentan con una sola persona trabajando. En Sanidad, Andalucía ha experimentado un recorte del 3 por ciento a pesar de su pésima posición en número de camas y profesional y del aumento de un seis por ciento en las listas de espera para operaciones. En el campo de la educación, la región muestra unas cifras desastrosas –un 25 por ciento no acaba la ESO– que la sitúan a la cola de España lo que ya es decir en una nación sin una sola universidad entre las 150 primeras del mundo. Añádase la escandalosa corrupción que supera los ERE y que constituye uno de los pilares del poder socialista y no extrañará que el 38 por ciento de los andaluces sufra riesgo de exclusión social. En otras palabras, pudiendo estar a la cabeza de España, Andalucía sigue en el furgón de cola. Como el astuto Tom Sawyer, el régimen se ha llenado los bolsillos engañando a aquellos entusiasmados con la idea de respaldar a quien los mentía desvergonzadamente. Es hora de que las principales víctimas de sus engaños se despierten y, por una vez, no permitan que el Sawyer socialista siga estafándolos.