Turismo

Turistas

La Razón
La RazónLa Razón

Mis queridos lectores fieles (uno o ninguno): está España viviendo esa cosa de la turismofobia tan curiosa y tan rara que dan ganas de irse de Granada, que es donde estoy. Estoy en Granada dándome cuenta de que existen pocas ciudades en el mundo y pocas provincias tan bellas, tan sumamente preciosas y especiales en el mundo, tan abigarradas de historia, tan finas, tan sutilmente diseñadas para la estética, tan bonicas que da miedo. Estoy enseñando Granada a un extranjero que no da crédito a lo que ve y que estaba loco por ver la Alhambra. Lógico. Pues la Alhambra no se puede ver cuando uno quiere, hay que pasar por un filtro que precisa cuántas personas al día pasan por allí y a mí me parece bien. Y me parece bien que Altamira ponga un cupo, como lo pone el Teide. Estamos estos días los españoles enfrascados en si es bueno tanto turismo o no y resulta casi una grosería pensarlo. O no. Vaya por delante que no estoy de acuerdo en los actos vandálicos que se suceden en Cataluña, Euskadi o Canarias, pero más que algo hay que hacer, creo que habrá que hacer algo. Habrá de alguna manera que racionalizar la invasión que sufren algunas zonas, habrá que decidir si nos vale todo o no nos vale la pena. No es un debate baladí: es el gran debate actual en el primer mundo. España es un país potencia en ese aspecto y cuesta trabajo pensar que pueda dejar de serlo por usar papel de fumar en vez de papel higiénico. Es verdad que hay lugares sacrificados, costas sobresaturadas, pueblos que han perdido su esencia, su patrimonio, joyas que se han dejado tocar por incultos que no respetan un cangrejo autóctono o una pared de hace doce siglos. Todo eso ocurre y hay que echarle una pensadita al asunto antes de que se nos vaya de las manos. España es un lugar que se está librando (gracias a nuestras fuerzas de seguridad) del terrorismo que azota otros destinos y a ver si nos dura. ¿Saben? Ahora que lo pienso en un debate algo pornográfico. Si ese es nuestro problema, si esa es nuestra circunstancia, si esa es la raíz de donde surgen grupos para cambiar lo que sucede, creo que damos un poco de asco. Miren alrededor y díganme si ese es el problema, turistas.