Cuartel emocional

Una cuestión estética

Un ex dirigente asegura que “Ciudadanos está muerto, sólo queda por resolver dónde acaban los que sobreviven”

Cuando ya nadie se acordaba de la guerra del sujetador sí, sujetador no, senos caídos o senos erectos, se ponen otra vez en guardia para dar guerra feminista a algo que nada tiene que ver. El otro día la Belarra vestía jersey de punto –que hay que estar muy bien hecha, y no es el caso-, yun bobo por ahí se hizo eco de que iba con las peras en libertad, cosa que no hacía falta que nadie señalara porque saltaba a la vista, y no porque resultara una imagen atractiva sino todo lo contrario. A partir de ahí se le unieron otras delanteras feministas creyendo que reivindicaban algo y lo único que daban era risa por lo fachosas que resultaban. Está claro que el feminismo está reñido con la estética. Otra cosa es Chiara Ferragni, que va y se pone en plan reivindicadora diciendo en un discurso que entonó con un vestido que dejaba al descubierto su perfecta anatomía, mostrando su apoyo “a todas las mujeres del mundo que son sometidas a prohibiciones y abusos, a todas aquellas a las que se les dice que su cuerpo genera vergüenza, que es sólo objeto de deseo o que instiga al pecado”. La influencer más influencer de todas las influencers lucía un vestido transparente que dejaba al descubierto su pecho, ¡así cualquiera! Yo también iría así por la vida si la naturaleza me hubiera premiado con esas formas cinceladas, sería una exhibicionista de primera, pero, lamentablemente, no es el caso, aunque tengo que confesar que, en alguna ocasión, me he excedido en un escote, por ejemplo, pero no por afán reivindicativo, sino por puro placer exhibicionista, que las mal hechas como yo tenemos también esas debilidades. Ahora que tengo algunos acontecimientos festivos a la vista me encantaría lucir ese “naked dress” firmado por Dior que la escultural Chiara lució en estos días en San Remo, pero creo que me quedaré con las ganas porque hacer el ridículo no me resulta agradable.

Para ridículo el de Ciudadanos, que se despedaza por momentos, y no cesan las críticas entre ellos. Un ex dirigente asegura que “Ciudadanos está muerto, sólo queda por resolver dónde acaban los que sobreviven”. Dicen también que Arrimadas ha resultado ser un bluff, y no les falta razón, estaba muy bien en la política regional dando caña a los separatistas catalanes, pero no en la nacional, dando por saco a quienes intentan recomponer el país. Villacís es otro “pongo” ¿dónde lo pongo?, o sea otro regalito en plan jarrón de cristal de la Granja que no sabes dónde ubicar. De momento en la política regional –ya lo dijimos la semana pasada-, no cabe, porque nunca se ha visto un corral con dos gallos; en la municipal, ya veríamos, aunque a Almeida no le apetece en vísperas de elecciones que nadie venga a mezclar su plastilina. No porque haya competencia con la pobre Maroto, que esa sí es gallina en corral ajeno, sino porque ya tiene sus cuentas muy bien echadas y no quiere que se le puedan descuadrar. En la nacional pudiera ser, pero veremos que dice Feijoó.

CODA. Hoy, como no podría ser de otra forma, dedicada a Vargas Llosa con todo cariño. Carmen Balcells estaría muy orgullosa de verlo con la levita ribeteada en oro, discurseando en la Academie Francaise, en un francés con inevitable acento peruano. Pero ahí está, en un país donde el escritor es vaca sagrada, donde la literatura se mima y se fomenta y donde a los intelectuales se les sube a los altares cual dioses del Olimpo. Ahí estaba Patricia, dormitando mientras Mario desgranaba su discurso. Recuerdo cuando ingresó en la RAE, sentadas una al lado de la otra, Camilo José le daba réplica, y Patricia reposaba apoyadita en mi hombro respirando acompasadamente. La fotografía salió en la prensa, como es lógico, igual que la del pasado jueves en París. Anécdotas sin importancia en la vida del escritor. Como Isabel.