Vigo

Ciudadanos se retrata en el «caso Besteiro»

La Razón
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Ciudadanos y, especialmente, su líder, Albert Rivera, tienen la oportunidad de demostrar al conjunto de la sociedad española que su proclamado compromiso en el combate a la corrupción política no entiende de siglas ni de conveniencias coyunturales de partido. Que no utilizan una doble vara de medir, de acuerdo a intereses partidistas, ni se valen de las denuncias de la corrupción como un arma arrojadiza contra quien pueda alzarse como adversario político. Que, en definitiva, cumplen los acuerdos adoptados en el seno de su formación. Nos referimos, por supuesto, al caso del candidato socialista a la Xunta de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, que fue personalmente confirmado por su amigo y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pese a que está investigado judicialmente por los delitos de cohecho, prevaricación, contra la ordenación del territorio y negociaciones prohibidas a funcionarios, que habría cometido cuando desempeñaba el cargo de concejal de urbanismo de Vigo. Es un caso que entra de lleno en el código ético de Ciudadanos, que impide pactos con aquellos partidos que incluyan a imputados en las listas electorales, y que obliga a Albert Rivera a actuar en consecuencia. A menos, claro, que quiera retratarse.