Política

Valencia

Victoria popular insuficiente

La Razón
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La batería de encuestas elaborada por NC Report sobre intención de voto en las próximas elecciones autonómicas, que hoy publica LA RAZÓN, confirma la tendencia de los últimos sondeos y dibuja para la mayor parte de los trece parlamentos regionales en liza –además de las ciudades de Ceuta y Melilla– una mayor fragmentación política, que la sensible recuperación de los dos principales partidos, PP y PSOE, no acaban de conjurar. Salvo en las dos Castillas y La Rioja, donde los populares pueden repetir mayoría absoluta; y en Cantabria, donde pueden reeditar el pacto con los regionalistas, en el resto de las comunidades el partido que preside Mariano Rajoy quedaría a expensas de Ciudadanos. Así ocurre en Baleares, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana, donde el apoyo de la formación de Albert Rivera sería más que suficiente; mientras que en Aragón tendrían que sumar, además, los votos del PAR. El PSOE, por su parte, ganaría en Asturias y Extremadura, pero en el Principado necesitaría sumar a los suyos los escaños de Izquierda Unida y Podemos. En Canarias, el partido más votado sería Coalición Canaria, que necesitaría el apoyo de otros dos partidos para mantener el Gobierno del archipiélago. Navarra es un puzle complejo, aunque para desbancar a UPN deberían unirse los socialistas y Podemos con las fuerzas anexionistas vascas y con los proetarras de Bildu, lo que no parece probable. En resumen, Ciudadanos, con un porcentaje de votos estimado en torno al 10 por ciento, puede convertirse en el factor decisivo para que el Partido Popular mantenga su actual preeminencia territorial, mientras que Podemos, con similar porcentaje de sufragios, sólo es clave para el PSOE en Extremadura. Sin embargo, nada asegura que Ciudadanos se avenga a apoyar al PP por ser el partido más votado, lo que significaría que en algunas comunidades, como Madrid, Aragón o Valencia, Albert Rivera tendría que unirse a un frente de izquierdas compuesto por hasta cinco partidos para desbancar a los populares. Dado que buena parte del voto que recibe Rivera, según los sondeos, procede de antiguos simpatizantes del PP descontentos con la gestión de la crisis, o que interpretan como tibia la actitud del Gobierno frente al desafío nacionalista catalán, no está claro que unirse a Podemos o al PSOE le vaya a favorecer en próximas convocatorias electorales. Pero, aunque no parece que el panorama vaya a cambiar decisivamente en la semana que queda de campaña, no hay que olvidar que existe una amplia bolsa de indecisos, próxima al 30 por ciento, que podrían decantarse tanto por el PP como por el PSOE, ofreciendo alguna sorpresa, ya que los partidos emergentes se han quedado estancados en las encuestas y no tienen visos de seguir creciendo.