Big data

El empleo público sigue aumentando a costa de la economía productiva

De los 2.561.383 que había a la marcha de Rajoy, se ha pasado a 2.967.578 en cinco años con gobiernos de Pedro Sánchez

Pese al fuerte incremento de los impuestos, –la recaudación fiscal bate récord año tras año desde la llegada al poder de Pedro Sánchez y sus gobiernos de coalición socialcomunistas–, la deuda pública no deja de crecer y cerró 2023 rozando máximos históricos, pese a que el Gobierno se siga escudando en su bajada porcentual en términos de PIB para hablar de un saneamiento de las cuentas públicas. En concreto, según los datos del cuarto trimestre de 2023 publicados por el Banco de España, el agujero público alcanzó los 1,574 billones de euros, con un incremento de 70.955 millones de euros en el último año ( es decir, un 4,7 por ciento interanual). El dato confirmado se acerca al máximo histórico que marcó la deuda en el tercer trimestre de 2023 (1,577 billones) y es el cierre de año más elevado de la serie. Así, el saldo de la deuda del Estado se elevó a 1,434 billones de euros, lo que representa un 98,1 por ciento del PIB (2,8 puntos menos), con un incremento interanual del 5,5 por ciento.

Pero lejos de intentar atajar esta sangría, pues llevará décadas el pago de esta deuda, el Gobierno continua con sus prácticas clientelares y, entre otros gastos, como el del número disparatado de asesores que dependen de Moncloa, se sigue hinchando el número de funcionarios públicos que dependen del estado.

Así lo constata el registro Central de Personal que elabora semestralmente una estadística denominada Boletín Estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas. Esta estadística recoge todos los individuos al servicio de las administraciones públicas, tanto de la Administración Central, la de las Autonomías y de la local (Ayuntamientos, diputaciones, Cabildos, Conejos Insulares, etc.), así como de las Universidades públicas, prácticamente transferidas todas a las Comunidades Autónomas.

Big data, funcionarios
Big data, funcionariosT. GallardoLa Razón

En la última, de julio de 2023, el ejército de empleados públicos alcanzaba los 2.967.578, mientras que un año antes, en julio de 2022 se cuantifican los empleados públicos en 2.731.117, por lo que su crecimiento neto ha sido de 236.461, y hay que insistir en lo neto pues son decenas de miles los que se jubilaron. La mayor parte de este crecimiento desmedido es responsabilidad de las Comunidades Autónomas, que han aumentado sus plantillas en 228.021 individuos, es decir, que son las responsables del 96,4 por ciento del aumento en empleos públicos.

Llama poderosamente la atención que el aumento se produzca en un año electoral, en donde en la mayoría de las autonomías hubo elecciones. Por otro lado, la cada vez mayor presencia de nuevas tecnologías, y la mayor productividad, acabe teniendo los efectos contrarios, aumentar las plantillas públicas, con el consiguiente traspaso de dinero desde el Gobierno Central a las regiones. Bajo el pomposo, a la vez que moderno nombre de Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, en lugar de velar por la racionalidad, se facilita que se inflen innecesariamente las plantillas de empleados públicos de determinadas autonomías.

Desde la llegada de Sánchez, el número de empleados públicos, lejos de recortarse por jubilaciones y digitalización de las administraciones públicas, se ha incrementado en 406.160, pasando de 2.561383 a la marcha de Mariano Rajoy, a contabilizar 2.967.578 con cinco años de gobiernos de Pedro Sánchez. Siendo las plantillas autonómicas las responsables, pasando de 1.478.411 miembros en 2018, a 1.845.163 en 2023. Un crecimiento exagerado de 366.752 empleados, que representa 24,8 por ciento más que cuando Rajoy salió del Gobierno. El «poder» autonómico absorbe hoy el 62,2 por ciento del empleo público, frente a tan solo el 17,8 por ciento del Gobierno central.

Mientras la seguridad interior se degrada y la amenaza exterior se acrecienta, los efectivos militares y de seguridad, han pasado de suponer el 10 por ciento en el último año de Rajoy, al 9,3 por ciento en el gobierno de Sánchez.

Con los datos de empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE), el empleo público crece a costa de la economía productiva. Si en 2022 representaba el 13,3 por ciento del total del empleo en España, al cerrar 2023 había escalado al 14,0 por ciento. Realmente el crecimiento es mucho mayor debido al maquillaje de las cifras de ocupados.