Las correcciones

¿Está Usted dispuesto a que su hijo vaya a la guerra?

Europa no puede permitirse una derrota de los ucranianos desarmados o pagará un alto precio

«Habla suavemente y lleva un gran palo», reza un viejo proverbio. Frente a un mundo cada vez más peligroso y a punto de cumplirse los dos años de la invasión ilegal de Vladimir Putin en Ucrania, los militares británicos han abierto el debate sobre la reintroducción del servicio militar obligatorio con el fin de crear una fuerza de hasta medio millón de efectivos en caso de que se produzca una guerra a gran escala contra Rusia. Lo propuso, en contra del criterio de Downing Street, el general Sir Patrick Sanders, jefe del Estado Mayor, durante la Conferencia Internacional de Vehículos Blindados en Twickenham, Londres, este miércoles a la que no se permitió el acceso de la prensa.

Dicen que el Número 10 está obsesionado con las elecciones, que deberían convocarse en la segunda mitad de este año, principios del próximo, y que no quiere que se introduzca ningún debate que pueda perjudicar todavía más sus pobres expectativas en las urnas. Hay, incluso, quienes aseguran -publica «The Times»- que a Rishi Sunak le ocurre lo mismo que a Theresa May que llegó a preguntar a su secretario de Defensa por qué Reino Unido debía ser una potencia militar de primer orden. Sunak es un brexiteer moderado, pero brexiteer al que no le interesa la política exterior, ni la defensa. Lo que ocurre es que uno no elige el contexto en el que gobierna y el del primer ministro es uno de los periodos más turbulentos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El melón abierto por el general Sir Patrick Sanders, que dejará el Estado Mayor en seis meses, es el mismo que se ha debatido desde hace tiempo en la pacifista Suecia. «Todos los suecos deben actuar ahora para aumentar la resiliencia del país en caso de guerra», dijo recientemente el ministro de Defensa Civil, Carl-Oskar Bohlin. Suecia reintrodujo en 2018 el servicio militar obligatorio y ha solicitado la entrada en la OTAN rompiendo con 200 años de neutralidad política. La invasión de la vecina Ucrania fue una llamada de atención para los complacientes europeos.

¿Debemos prepararnos para enviar a nuestros hijos a la guerra? «Ucrania ilustra brutalmente que los ejércitos regulares empiezan las guerras; los ejércitos ciudadanos las ganan», dijo el jefe del Estado Mayor del Ejército británico en la citada conferencia. Nadie está preparado para enviar a sus hijos a un conflicto armado, pero los europeos deberíamos ser los suficientemente maduros para debatir cuál es el peor de los escenarios a los que nos enfrentamos y cómo debemos protegernos. Antes de entrar en un conflicto directo con Rusia hay muchas fases por las que debe pasarse y muchos puentes que deben volarse. No estamos en ese escenario, pero no puede descartarse. Ucrania es la última frontera con Rusia. La paz en Europa se juega en estos momentos en los cuarteles de Kyiv. Por eso es tan importante que ni Europa ni Estados Unidos hagan dejación de funciones. Lo decía Zelenski: «Nosotros ponemos los soldados, ustedes las armas». Europa no se puede permitir una derrota de los ucranianos desarmados porque el precio que pagará después será demasiado alto. Igual que los gobernantes no pueden elegir el tiempo en el que viven, tampoco los ciudadanos. La derrota de Ucrania dejaría un Putin envalentonado, buscando otra pieza de caza. No puede salir victorioso de su aventura neoimperial.