Sin Perdón

El filántropo Sánchez y la renovación del CGPJ

«No es fácil fiarse de alguien que incumple sistemáticamente su palabra o que tiene como socios a Puigdemont, Junqueras, Otegi y Ortuzar»

En algunas ocasiones, Sánchez dice cosas muy raras. No le entiendo. Es posible que no tenga su lucidez. Ahora resulta que la ausencia de acuerdo entre el PSOE y el PP para renovar al CGPJ no es culpa suya sino de la otra parte. No tiene nada que ver, porque solo le guían los propósitos más nobles. Es una mezcla de Lincoln, Robin Hood, Gandhi, Mandela y Lancelot du Lac. Estamos ante un filántropo de la política y un hacedor del bien. La izquierda política y mediática aplaude con gran fervor, como hacen los monos de feria, cualquier comentario suyo. Sánchez se debería de guardar ante tantos corifeos, ya que ayudaron a desalojarle de la secretaría general del PSOE e intentaron matarle políticamente. No fue gracias a ellos que consiguió llegar a la presidencia del Gobierno. La mejor forma de medrar a su lado es actuar como Bruto o buscar el descarado beneficio económico como hacen los Migueles.

La parte más estrafalaria de la entrevista que le hicieron ayer fue afirmar que «no hay caso más paradigmático de lawfare en España que este secuestro en el que tiene sumido el PP al Poder Judicial». Es decir, Feijóo tiene que aceptar un CGPJ al servicio del sanchismo. Esto sería coherente tras enlazar una sucesión ininterrumpida de mentiras, presentar el proyecto de amnistía, aceptar un mediador y la reunión con Puigdemont en Ginebra, atacar por tierra, mar y aire al PP y tener como socios a los independentistas y a los antiguos dirigentes de ETA. No le basta con tener como marionetas a Armengol y Pumpido, que quiere asaltar el Supremo y el CGPJ. No sé si Sánchez es malvado o no, término que utiliza para hacerse la víctima, pero sabemos que quiere acabara con la división de poderes. No es fácil fiarse de alguien que incumple sistemáticamente su palabra o que tiene como socios a Puigdemont, Junqueras, Otegi y Ortuzar. Por cierto, estos cuatro angelitos defensores de España y de la Constitución tampoco se fían de él. La única lawfare es la que siempre ha ejercido el PSOE con juristas políticos como Pumpido, Campo, Delgado…

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)