Sin Perdón

El Frente antiespañol de Sánchez

«El profundizar en el frentismo es algo que le pasará factura a Sánchez y al PSOE»

El presidente en funciones ha regresado, tras estos días que ha sufrido la covid, con el mismo tono de desprecio y arrogancia hacia la oposición que lo hace tan antipático para muchos españoles. Podría haber reflexionado y cambiado su actitud, me refiero a las formas y no al fondo, pero no lo ha hecho. No entiendo en qué se fundamenta esta actitud que le conduce a sentirse superior a Feijóo. He conocido a todos los presidentes del Gobierno y ninguno se comportó de esta forma. Los debates eran duros e incluso muchas veces crispados, pero Suárez y Calvo-Sotelo fueron educados con Felipe que, cuando llegó al Gobierno, hizo lo mismo con Fraga, Hernández Mancha o Aznar. Este fue muy duro con el «váyase, señor González». El giro se produce con Sánchez frente a Casado y ahora Feijóo. La presidencia del Gobierno no otorga ninguna superioridad moral. Mi visión es diametralmente opuesta, porque debería actuar con mayor empatía.

No digo cortesía, que es lo que debería ser la política de altura y calidad, pero al menos sin mostrarse como si fuera el amo y señor de España al que la oposición le debe pleitesía. Para esto ya tiene a los dirigentes de su partido que quieren mantener las poltronas, a Yolanda que es feliz regresando a las portadas de los diarios y a esos socios que tan poco quieren la Constitución como Puigdemont, Junqueras, Ortuzar y Otegi. Es el Frente Popular de los enemigos de España. Sánchez está dispuesto a comprar su investidura con una amnistía, se llame como se llame, que es inconstitucional, aunque Conde-Pumpido sea la lavadora del sanchismo. El profundizar en el frentismo es algo que le pasará factura a Sánchez y al PSOE, porque la Historia le recordará como el presidente que compró su reelección con una amnistía para otorgar la impunidad a unos delincuentes que violentaron gravemente el ordenamiento constitucional. Estos antecedentes y la enemistad del centro derecha europeo hará difícil que tenga un futuro en la UE. A pesar de la simpatía que despierta en su amiga Úrsula, debería recordar que se está convirtiendo en una máquina de crear enemigos.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)