Cargando...

El trípode

La «genialidad sanchista» en La Haya

Frente a la situación política interna en la que se encuentra por la corrupción, pretende introducir un poco de cohesión entre sus filas, enfrentándose a Trump

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se ha pronunciado sobre la posición en la que Sánchez ha colocado a España, por su negativa a cumplir con los compromisos de gasto en Defensa, ante todos los países de la OTAN reunidos en la Cumbre de La Haya. En su declaración (diplomática), ha afirmado que «España tiene un problema interno», aludiendo a su gobierno de «centro izquierda». Ayer, en la sesión de Control en el Congreso, se pudo comprobar una vez más «ese problema interno», con portavoces de sus socios pidiendo incluso la salida de la OTAN. Quizás desearían que existiese la «OTAN soviética», el «Pacto de Varsovia». Con otro presidente español, esa negativa a alcanzar esa inversión en Defensa –sólo como hipótesis– podría interpretarse como basada en un presunto ejercicio de soberanía nacional y argumentada con datos geopolíticos, cálculos económicos objetivos, etc. Pero en Sánchez sabemos que esa negativa responde tan sólo a cumplir con una exigencia más de sus socios comunistas, todos muy «progresistas y feministas». Además de que, careciendo de Presupuestos y sin expectativas de poderlos tener, es incapaz de asumir ningún compromiso al respecto. Conviene destacar a estos efectos que España forma parte de los cuatro grandes de la UE, y los otros tres, Alemania, Francia e Italia, han asumido ese compromiso. Es significativo que el PM de Bélgica, Bart De Wever, irónicamente comentó que si con el 2,1% de gasto puede Sánchez cumplir con las capacidades exigidas, «será un genio, y ciertamente la genialidad inspira». Sin duda, el belga ha sido prudente y educado, calificando de «genio» a quien tiene por costumbre «cambiar de opinión» y de «genialidad» a esa «volatilidad». En la declaración final de la cumbre se dice que «los aliados se comprometen a elevar al 5% del PIB su inversión en Defensa hasta el 2035», y no recoge ninguna excepción. Y Sánchez se acoge a que la declaración no dice exactamente «todos los aliados» para justificar su última «genialidad». De esta forma, frente a la situación política interna en la que se encuentra por la corrupción, pretende introducir un poco de cohesión entre sus filas, enfrentándose a Trump por ese motivo. En estas condiciones ya dijimos que era previsible que evitara el saludo con él, lo que en efecto ha sucedido, y por cierto no solo con él, ni mucho menos: está fuera de la foto internacional en La Haya. En su multitudinaria rueda de prensa, Trump ha cargado contra España por su posición y afirma que negociará personalmente él y «pagará el doble». Sánchez está anulado, y con muy grave daño reputacional para España.