Misión colectiva

Me emocionó ver a niños y jóvenes escuchar atentos a Vicente del Bosque hablar acerca de los valores del deporte y de la importancia de hacer equipo, en cualquier ámbito de la vida, como requisito para el éxito.

En tiempos donde la tecnología y la individualidad parecen prevalecer, el deporte sigue siendo un bastión de valores fundamentales que trascienden las fronteras.

Más allá de la competencia y el entretenimiento, el deporte nos enseña lecciones fundamentales sobre el trabajo en equipo, la perseverancia y el respeto. Es un recordatorio constante de la importancia de la ética y la superación personal.

Promover y difundir la práctica deportiva, incompatible además con el abusivo y adictivo uso de pantallas, podría quizá mejorar los datos difundidos el pasado martes por el INE que aseguran que el número de suicidios sigue aumentando: 4.097 personas se quitaron la vida en España en 2022 y señalan una alarmante subida de la cifra de muertes por suicidio entre los menores de 20 años.

Promover la importancia del ejercicio físico y de los valores intrínsecos que el deporte inculca en las personas es fundamental ya que nos enseña a luchar por nuestros objetivos, a superar obstáculos y a valorar el esfuerzo colectivo. Nos muestra que el éxito no se trata solo de ganar, sino también de cómo nos enfrentamos a la derrota y cómo nos levantamos. Además, el deporte nos enseña a respetar a nuestros oponentes, a aceptar la diversidad, tan de moda esta semana teñida por los colores del arcoíris, e incluso a celebrar las diferencias.

La vida de Carmen Sevilla, por cierto, reflejó estos valores. Su dedicación y pasión por el arte escénico fueron un ejemplo de perseverancia y duro trabajo. Su carácter alegre, amable y su capacidad para unir a las personas, es ejemplo inspirador de solidaridad y colaboración. Honremos su memoria y sigamos promoviendo estos valores, para construir una sociedad más fuerte y unida.