Tribuna

Otros veraneos (y IX). Líbano

Termina esta crónica la serie dedicada a los hombres y mujeres que sirven a España en el exterior, especialmente a los más «desconocidos», aunque hoy cierre con los más numerosos, desplegados en una difícil misión que ha costado la vida a 16 soldados españoles. ¡Nunca es gratuito imponer la paz!

Las Naciones Unidas vienen interviniendo en Líbano y su entorno desde 1978. (Resoluciones 425 y 426 del C.S.) Se dictaron otras en 2006 con motivo de sucesivas crisis provocadas por Hezbollah y otros grupos armados. De hecho el mayor atentado sufrido por tropas españolas en la región se produjo el 24 de junio de 2007 que costó la vida a seis paracaidistas e hirió a otros dos (1), precisamente de la misma unidad ahora destacada, que estoy seguro, recuerda con emoción lugar –Sahel al Derdara– y circunstancias en las que se produjo el criminal atentado con coche bomba.

De facto el mandato actual de UNIFIL (Fuerza Interina de NN.UU. en Líbano) procede de la Resolución 1701 de 2006 que ha venido prorrogándose año tras año. Misión por tanto con larga trayectoria, a pesar de su oficial interinidad, con más cascos azules por kilómetro cuadrado (10.400 efectivos de 49 países) que ninguna otra, lo que permite un completo control de la Blue Line, la línea de referencia «arbitraria y temporal» definida por NN.UU. en el 2000 similar a la del acuerdo franco británico de 1923, marcada en 1949 como línea de armisticio que señalaba la retirada de Israel.

Los esfuerzos de la comunidad internacional van dirigidos hoy a: «ampliar la autoridad del Líbano sobre su territorio a través de sus propias fuerzas armadas legítimas, de modo que no haya armas sin el consentimiento del Gobierno, ni otra autoridad que la suya». (Resolución 1701). En resumen: ejercer soberanía, lo que a nosotros nos parece elemental.

Pero parece que este «hoy» no ha llegado, debido a las propias crisis internas del país de los Cedros y a la inestabilidad de su entorno geopolítico que la guerra de Siria ha agravado. Para un país como Líbano de algo más de cinco millones de habitantes, la absorción de millón y medio de refugiados sirios, a los que hay que unir otro medio millón de palestinos, es indiscutiblemente un factor desestabilizador.

Súmese a ello la permanente crisis política que vive el país, con un gobierno en funciones desde 2022, afectadas sus clases menos privilegiadas por la crisis mundial. Hezbollah sigue siendo un factor fundamental debido a su peso político en todo el país y, en lo que a la misión se refiere, por la tensión que permanentemente provoca con Israel en la frontera.

Con ya larga experiencia en la misión, España lidera uno de los dos sectores en que se divide la zona de operaciones: el Este, mandado por el General de la Brigada Paracaidista Luis Fernández Herrero. La Unidad aporta además, uno de los cuatro batallones que despliegan en el sector (665 efectivos, sumando apoyos) junto a batallones de Indonesia, Nepal e India, que alcanzan los 3.500 efectivos. Aportan además militares, Argentina, Brasil, El Salvador, Kazajistán y Serbia.

Primera reflexión: mando no solo delicado, sino complejo, debido a diferentes procedimientos operativos, lenguas y culturas, armamento e incluso alimentación. ¡Y llevan años haciéndolo; y lo hacen bien! ¡La BRILIB –Brigada de Líbano–en la que han participado prácticamente todas las Brigadas españolas, cumple su XXXIX rotación!

Pregunto cómo llevan los largos seis meses destacados, coincidiendo con el período estival. Lo consideran la mejor opción dado el tipo de misión. Influyen positivamente: «las facilidades para contactar con la familia han cambiado mucho desde aquellas primeras operaciones en los Balcanes en los 90», me recuerdan. Hoy, los soldados españoles cuentan con locutorios y cobertura wifi con lo que pueden contactar diariamente con los suyos; «el poder hablar o realizar una videoconferencia para ver a nuestros seres queridos es algo que no solo se agradece, sino que es fundamental para la moral». Destacan reencuentros de veteranos con personal civil libanés, mayoritariamente agradecido por nuestra labor, que, o bien trabaja en las Posiciones o recuerda contactos pasados. «Un clásico de nuestras misiones en el exterior y que esta agrupación también cumplirá: el militar que cuando regrese a territorio nacional conocerá a su hijo».

Termina esta crónica la serie dedicada a los hombres y mujeres que sirven a España en el exterior, especialmente a los más «desconocidos», aunque hoy cierre con los más numerosos, desplegados en una difícil misión que ha costado la vida a 16 soldados españoles. ¡Nunca es gratuito imponer la paz!

Mentiría si no dijese que mis contactos con nueve diferentes contingentes de tierra, mar y aire ha tenido aspectos emocionantes por los testimonios sinceros, sacrificados, teñidos de espíritu de sacrificio de mis interlocutores, que velan por nuestra soberanía, aun alejados del suelo patrio.

¡Ya ve el lector lo que le pasa a un país como Líbano que no puede ejercer esta soberanía!

¡No pongamos en peligro, la nuestra!

(1) Fallecidos: Caballeros Legionarios Paracaidistas: J. Vargas (21); J.A. Castaño (20); E. Posada (20);J. Galea(18); J. Vidoria (20); M. Portas (19). Heridos: E. Vázquez (21) y J.P. Soler (19)