El trípode

El paso del ecuador entre el CIS y Bildu

Todos los sondeos muestran el impacto electoral de la irrupción de los bilduetarras, con la excepción del CIS travestido en el Cistezanos

Hoy es el paso del ecuador de la campaña del 28-M que comenzó el viernes pasado y finalizará el viernes próximo, para dar paso el sábado a la jornada dedicada a descansar del ruido electoral y reflexionar sobre el sentido del voto a depositar en la urna el domingo. Todos los sondeos muestran el impacto electoral de la irrupción de los bilduetarras, con la excepción del CIS travestido en el Cistezanos que, financiado por los Presupuestos Generales del Estado y con una acreditada hoja de servicios a sus espaldas, ha sido convertido en una agencia demoscópica al servicio del Gobierno, dañando gravemente su reconocido prestigio y credibilidad. Es impropio de un Estado democrático que las series históricas demoscópicas sobre cuestiones de interés general de una institución como el CIS, que hasta ahora eran de un indiscutible valor, hayan sido virtualmente canceladas por su instrumentalización al servicio del interés político y partidista del sanchismo gobernante. Eso, unido a que el CIS es una excepción en la UE, puede significar su final, perdiendo la Administración General del Estado una herramienta cuya neutralidad política y rigor científico eran una referencia de autoridad en el ámbito sociológico para la toma de decisiones por todas las instituciones políticas y académicas. Esa tendencia a la okupación de instituciones del Estado por el sanchismo delata una concepción del Poder Ejecutivo impropio de una auténtica socialdemocracia de la UE, y es muy característica de las ideologías autoritarias de inspiración marxista de los regímenes tan queridos por sus socios y aliados, que tienen sus referencias en Petro, Boric, Maduro y Lula, como ya es sabido.

Este domingo, pues, es el último día para publicar sondeos según la LOREG (Ley Electoral), y en esta recta final de la campaña oficial serán los trackings diarios en manos de los partidos y candidatos los que marcarán su hoja de ruta. A partir de entonces comenzará la siguiente campaña, con Sánchez de candidato cual «presidente europeo», algo que ni él mismo parece ver muy claro, ni resultar creíble y respetable para nadie cuando ni ha asistido a la Cumbre de Helsinki, priorizando la campaña electoral para no presentarse ante los dirigentes europeos de la mano de Otegi y compañía. Y por cierto, la promesa de no tomar posesión si son electos los 7 candidatos condenados por delitos de sangre, es un insulto a la inteligencia de los españoles, dado el valor de su palabra. Son candidaturas manchadas de sangre. La retirada de todas ellas es la única medida aceptable y verosímil.