El bisturí
Queridos jóvenes: no se dejen embaucar
Las viviendas que ahora les prometen, si se hacen, les saldrán bastante caras cuando sean más mayores
Querido lector: si es usted joven, haga el favor de prestar especial atención a estas líneas escritas con el ánimo de ayudarle a no dejarse embaucar. Si abre bien los ojos se dará cuenta de que forma parte de un colectivo que, de golpe y porrazo, se ha convertido en fundamental para los partidos en este periodo electoral. Por ejemplo, su voto es muy importante para que el PP arrase en Madrid, como predicen las encuestas, y recupere algunas de las autonomías que se encuentran en manos de la izquierda y la ultraizquierda desde hace años. Más trascendente aún lo es para el PSOE. Si a usted y a los de su generación logran atraparles con sus cantos de sirena, Pedro Sánchez y sus compañeros de desgobierno podrían sortear una debacle histórica fruto del enfado furibundo de los españolitos de a pie, que parecen ya hartos de escuchar mentiras y de ser esquilmados a base de subidas masivas de impuestos. Los que iban a bajar el precio de la luz, luchar contra la emergencia climática y evitar la escalada del precio de los alimentos han puesto la diana en usted y en sus coetáneos para amortiguar con sus votos el duro golpe que predicen los sondeos. Sepa también que son los mismo que pactaron con los que sembraron el terror en sus progenitores poniendo bombas y los que dijeron en plena pandemia que las mascarillas no eran necesarias cuando en realidad era imprescindibles para salvar vidas. En ustedes han visto la tabla de salvación porque saben que su voto fluctúa y porque creen posible pescarlo en el río revuelto de su eterno desencanto.
Saben, por ejemplo, que muchos de ustedes no repetirán el error de decantarse por Unidas Podemos y la plataforma sucedánea de Yolanda Díaz porque han tomado conciencia de que Pablo Iglesias, Irene Montero y sus herederos no les sacarán nunca de la miseria, como les prometieron. También intuyen que la apuesta que algunos de ustedes manifiestan por Vox es más fruto de un acto de rebeldía que de una convicción serena. Por eso les piden ahora una oportunidad. Enmarquen ese burdo este intento del PSOE de atraparles con los bonos culturales, los viajes subvencionados en interrail y la promesa estrella de viviendas y alquileres a precios irrisorios. Sepan que los que hoy les tientan con tan idílicas proclamas son los mismos que antaño trataron de engatusarles con los minipisos y que no han hecho nada durante estos cuatro años para que puedan llegar a emanciparse. Pero conozcan también el peligro real de todas estas promesas electorales. En caso de cumplirse una mínima parte de las que ahora les lanzan, cosa harto improbable, sepan que tarde o temprano tendrán que pagar de sus bolsillos lo que ahora les ofrecen tan generosamente Pedro Sánchez y sus magos electorales. Les aconsejo al respecto que lean el magistral artículo que escribió el domingo en este periódico Daniel Lacalle. En él, el economista recuerda que la deuda pública siempre se paga, tras referir que nuestro Gobierno ha sido el que más ha aumentado el débito público en el periodo 2019-2022, y que nuestro país aparece entre los cinco que mayor déficit público acumulan de la Unión Europea. Si se preguntan que cómo les afecta eso, sepan por Lacalle que el déficit importa porque son más unidades de moneda consumida que suponen más impuestos, más recortes o más inflación. En otras palabras, que las viviendas que ahora les prometen, si es que se hacen, que lo dudo, les saldrán bastante caras cuando ustedes sean algo más mayores.
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