Tribuna

Reflexionando sobre interpretaciones

Se interpreta la Constitución citando a un articulo determinado, incluso a un solo punto del mismo, olvidando que nuestra Carta Magna es un todo armonizado que deja claramente determinadas cómo deben ser nuestras reglas de conveniencia

Dos recientes congresos organizados en torno a la Cultura de Defensa (1) en los que se entremezclaron historia, táctica y estrategia con arquitectura e ingeniería sin descuidar nunca el factor humano, me llevan a estas reflexiones sobre la interpretación de nuestra Historia y en general de nuestra convivencia de siglos como pueblo. ¡Son tantos los testimonios! ¡Tantos los siglos que han conformado nuestro carácter! ¡Tantas las energías malversadas y los sacrificios empeñados en forma de conflictos o de guerras! Solo en Cartagena referiría el coronel Gómez Vizcaino «se pueden contabilizar más de 400 estructuras militares».

Siguiendo la reflexión, debo dejar constancia en primer lugar de la calidad de una nueva generación de historiadores, profesores universitarios, militares y arquitectos, excelentemente preparados. En Oviedo tuve ocasión de valorar muchas aportaciones sobre obras defensivas de la cornisa Norte como las referidas a los castros de San Xoan de Esmelle, Ferrol y La Coruña, el castillo de Soto en Aller, el paisaje fortificado romano del Campo de los Valles, una perspectiva arqueológica de las fortificaciones del conflicto carlista en el País Vasco (1793-1798) la batería de la Atalaya en Luarca o los vestigios de la Guerra Civil en la Sierra del Naranco que dominando una –hoy bellísima– martirizada ciudad, fue posición clave entre julio y octubre de 1936 e incluso hasta la liquidación del Frente Norte en octubre de 1937.

En Cartagena, semejantes testimonios, aunque entremezclados con temas más abiertos como fue el magnífico trabajo de nuestros Ingenieros Militares en América, el buen rendimiento de los Consorcios Militares (2) en el que participan instituciones cercanas o la recuperación patrimonial en la Batería de Paloma Alta sobre el Estrecho o del Hospital Naval británico (1711) de la Isla del Rey en el puerto de Mahón.

Pero a la vez que constato una buena calidad técnica e histórica de una preparada generación, constato el débil interés de las generaciones jóvenes. Los dos congresos concedían buenos créditos a alumnos universitarios y politécnicos adscritos a los mismos. No hubo acumulación de demandas, cuando pienso que desgranar el porqué de las fortificaciones, los modos de la guerra, la influencia de los materiales, incluso la misma arquitectura de los elementos defensivos tal como nos han llegado, ya son lecciones vivas de lo que ha sido nuestra Historia. Cuando en Cartagena nos recordaban sus obras defensivas, en el fondo nos hablaban de Cartago, de la Roma Imperial, de la España musulmana, de la expansión hacia el Mediterráneo, de las guerras Cantonal y la declarada por los Estados Unidos a finales del XIX. A ellas se unían el esfuerzo defensivo en el período entreguerras (1918-1945) con especial referencia al artillado de 1926, para terminar con el desarrollo defensivo realizado entre 1936-1939 en la ultima ciudad que permaneció fiel a la II República hasta marzo de 1939, mes en que la Escuadra dejó la importante base saliendo rumbo a Bizerta.

Por supuesto todo es interpretable. Pero destaco el carácter objetivo de las presentaciones, superados gracias a Dios muchos condicionantes ideológicos, condicionantes que unas generaciones a partir de 1978 dimos por liquidadas. Lo malo es que una minoría política indiscutiblemente disconforme con esta idea, viene interpretando esta evolución de manera diferente especialmente desde Marzo de 2004.Y cuando parecía que nuestra vida política estaba asentada sobre los cimientos de una Constitución que nos dimos todos, hoy vemos como se diluyen los conceptos de contrapeso de poderes, como de un perdón por indulto que muchos aceptamos porque a nadie alegra ver a compatriotas entre rejas, hemos pasado a la amnistía que deja al descubierto a todo un sistema judicial, a toda una cultura de la igualdad entre españoles, a todo un manto de seguridad que va desde la Policía Nacional y la Guardia Civil, hasta el CNI.

Se interpreta la Constitución citando a un articulo determinado, incluso a un solo punto del mismo, olvidando que nuestra Carta Magna es un todo armonizado que deja claramente determinadas cómo deben ser nuestras reglas de conveniencia. Y cuando buscamos amparo ante una política de hechos consumados, temo que una Europa boba no nos ayude. De aquel modelo de la Carta Fundamental alemana, dejamos sin atar algunos flecos como la Ley Electoral o la financiación de las comunidades autónomas. Ya ha permitido Europa durante años que el concepto de igualdad entre regiones sea diferente al alemán, en el que los «land» más ricos apoyan a los mas pobres. Aquí al revés, los más ricos quieren serlo más, a costa de los más pobres. Pero saben rentabilizar su escaso peso político con vestimentas históricas y reivindicativas. Y encima hay que darles las gracias por existir.

¡No sé lo que se contará en los congresos del tipo Oviedo o Cartagena, dentro de cinco o más años! No sería positivo haber perdido la objetividad del relato histórico.

(1)V Congreso Internacional de Fortificaciones. Oviedo. (Asociación Amigos Castillo de Montjuïc; Red de Fortificaciones de España; Universidad de Oviedo). I Foro Patrimonio Español con proyección Mundial. Cartagena. Fundación ACAMI; Universidad Politécnica; Fundación ADIPROPE.

(2). San Carlos en Palma de Mallorca, La Mola y San Felipe en Menorca, San Pedro en Jaca y San Fernando en Figueras