Sin Perdón

Renovación y reforma del CGPJ

«Conde-Pumpido es un jurista al servicio del poder y lo ejerce sin que la tiemble la mano»

El PP no puede repetir el trágico error del TC. La cesión ante el PSOE ha sido una catástrofe. Conde-Pumpido actúa como un nuevo poder del Estado. Por fin han «matado» a Montesquieu. El presidente del TC cumple con enorme eficacia el papel que le ha encargado Sánchez. Es una apisonadora jurídica implacable. Un jurista al servicio del poder y lo ejerce sin que le tiemble la mano. En esta primera etapa declarará constitucional la obra del sanchismo, aunque sea una ficción sin base jurídica. La conversión del aborto en un derecho fundamental de autodeterminación de la mujer es un insulto a la inteligencia y una terrible indignidad. Una vez cumplida esta misión, Conde-Pumpido encabezará un proceso de mutación constitucional. En España será constitucional lo que le venga en gana al presidente del TC.

La culpa de lo que sucede es del PP al aceptar un pacto que ha desarmado al Estado y lo pone a los pies de sus enemigos. Ha habido una absoluta negligencia.

A la izquierda judicial no le importa imponer sus decisiones por una escasa mayoría. En cambio, el PP siempre está acomplejado y necesita pedir perdón por existir. Intenta conseguir consensos, pero solo consigue que le engañen. Espero que Feijóo aprenda la lección y no entregue el CGPJ al gobierno socialista comunista. La cuestión es muy sencilla. El centro derecha quiere un cambio para acabar con el sanchismo y la colonización de las instituciones, para que se deroguen leyes como la de Universidades o de la Memoria. ¿Lo hará o le temblarán los pies como sucedió con Rajoy? La lista de leyes a derogar es grande. Sería lamentable que la alternativa sea el buen rollito y convertirse en la alfombra de la izquierda política, jurídica y mediática. Hay que renovar el CGPJ, pero solo si una reforma garantiza su independencia. Sánchez ha demostrado que cuando le conviene aprueba leyes a la velocidad del sonido. Por tanto, las dos cosas tienen que ir de la mano. El TC es una marioneta de Sánchez y me temo que, también, lo acabe siendo el CGPJ.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)