Sin Perdón

San «Tito Berni»

«En cualquier momento le hacen un homenaje a Tito Berni en el Ramses y le dan su nombre a una sala del Congreso»

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell BatetJesús HellínEuropa Press

Las comisiones parlamentarias de investigación se han convertido en un instrumento político del Gobierno que le sirven para controlar y atacar a la oposición. La separación de poderes no es más que un concepto teórico que todo el mundo reivindica, pero que esta legislatura ha alcanzado su mayor nivel de ficción. Por supuesto, todo el mundo cita a Montesquieu, aunque no lo han leído; desconocen el planteamiento previo de Locke y la concreción que se logró primero con la Constitución americana de 1787 y luego con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aprobada en 1789 por la Asamblea Nacional Constituyente francesa. El Poder Legislativo es, actualmente, una mera marioneta al servicio de Sánchez y su mayoría parlamentaria. Ni siquiera necesitan guardar las formas. La teoría de la división de poderes es fundamental en una democracia. Montesquieu consideraba que era necesario más de un titular del Poder, a diferencia de lo que sucedía en el Antiguo Régimen, y escribió que «un Poder termina por devorar a todo lo demás; dos por enfrentarse; tres mantienen el equilibrio, de modo que, si dos luchan, el tercero igualmente interesado en el orden se afiliará del lado del más débil».

La realidad es que la presidenta del Congreso no es más que un ministro sin cartera que actúa como correa de transmisión de la voluntad de La Moncloa. Es lo mismo que sucedía con el PP. Lo hemos visto con todas las decisiones que ha adoptado, así como la conversión de un instrumento extraordinario como los reales decretos ley en una forma ordinaria de sortear los trámites parlamentarios con absoluto descaro e impunidad. A esto se añade el grave problema de elevar la presidencia del TC a otro ministerio sin cartera. Todo indica que se consagrará la constitucionalidad de decisiones que contravienen nuestra Carta Magna. Es un peligroso precedente, porque cualquier gobierno podrá seguir esa misma senda. ERC y Bildu han decidido rescatar al PSOE y tumbar la comisión de investigación sobre el escándalo del Tito Berni. Han pactado centrar la investigación en la Guardia Civil y trasladar todas las actuaciones a la Comisión de Interior. En cualquier momento le hacen un homenaje a Tito Berni en el Ramses y le dan su nombre a una sala del Congreso.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).