Sin Perdón

¿Sánchez pactará con un prófugo?

«Veremos un caso insólito en Europa de un candidato y presidente del Gobierno en funciones que negocia con un prófugo de la Justicia»

La respuesta es tan evidente que sería un insulto a la inteligencia creer que le hará ascos a ceder ante Puigdemont. Otra cuestión distinta es que provoque elecciones en diciembre y adopte el papel de un patriota que no cede ante el chantaje independentista. En caso contrario utilizará su condición de pacificador. Todo es posible en el sanchismo. Uno de los momentos más divertidos del debate fue cuando Feijóo le dijo que no pactaba con Vox porque Abascal no quería. En este caso, aseguraría que no era la ultraderecha, sino una derecha patriótica. Lo mismo le sucede con el PP. No le importaría aceptar sus votos, porque el bien jurídico a proteger es Sánchez y su continuidad en La Moncloa. Esta adaptabilidad es fascinante. La venganza es un instrumento político que ejerce solo cuando espera obtener un beneficio, porque ha acogido a muchos de los enemigos que tenía en el partido. Por ello, que busque una fórmula imaginativa para amnistiar a Puigdemont y hacer un referéndum que se llame de otra forma no sería ningún problema.

Las leyes, los órganos reguladores y las instituciones constitucionales se adaptan a los intereses del sanchismo. Los medios de comunicación deberían comportarse como TelePSOE y el diario gubernamental. Por su parte, la oposición está destinada a ser maltratada o a exigirle que actúe como un conjunto de palmeros. Por su parte, Puigdemont se ha creído su propia historia y se considera el presidente legítimo en el exilio. No es más que un cobarde que no supo estar a la altura de las circunstancias, a diferencia de lo que hicieron Junqueras y Companys. Huyó escondido en el maletero de un coche. Esto hace que no merezca ningún respeto. El rodearse de mediocres es una pauta común que sigue cualquier mediocre cuando alcanza una posición de poder. Es lo que le sucede a Puigdemont y su corte de Waterloo. Es cierto que ha tenido la suerte de que sus diputados sean decisivos para la elección de Sánchez. Por ello, veremos un caso insólito en Europa de un candidato y presidente del Gobierno en funciones que negocia con un prófugo de la Justicia.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)