Sin Perdón

Unos sindicatos al servicio del sanchismo

«No conseguirán acabar con la separación de poderes, la libertad de prensa y la independencia judicial»

Es cierto que podría haber utilizado el concepto «sindicatos verticales» para que la casta sindical liderada por Unai Sordo y Pepe Álvarez entendiera mejor el despropósito de la manifestación del 1 de Mayo. Al final, he preferido un tono más suave, porque son otros que se han instalado en el victimismo que promueve Sánchez desde que se ha convertido en un Calimero político para esconder sus problemas y errores. Al igual que sucedía en los dibujos animados, una gran mayoría de los españoles no entiende al inquilino temporal de La Moncloa, pero tampoco a unos sindicatos que aceptan gozosos ser la correa de transmisión del PSOE y de Sumar. Todos sufren los ataques de la «internacional ultraderechista» que utiliza la máquina del fango. Por ello, hay que acabar con la independencia de la Justicia y los medios de comunicación, porque tienen que convertirse en voceros del sanchismo. Lo contrario es formar parte de la máquina del fango. Es la estrategia que Sánchez ha aprendido de sus amigos populistas y antisistema iberoamericanos. En algún momento habrá que plantearse la regeneración de los sindicatos para que no estén al servicio de La Moncloa.

Es bueno recordar la enorme cantidad de dinero público que reciben, así como el elevado número de liberados sindicales. Estoy a favor de los sindicatos, pero no de unos sindicatos que entran en la lucha política para tomar partido siempre al lado de Sánchez. No creo que sea el papel que les corresponde. El posicionamiento de Sordo y Álvarez me pareció lamentable, pero no tienen que preocuparse porque cuando gobierne el PP seguirán gozando de enormes privilegios y no verán peligrar el flujo de millones que reciben de los Presupuestos del Estado. Lo mismo sucederá con los periodistas y los medios de comunicación que han tirado a la papelera su ética e independencia para abrazar el sanchismo y defender que se limite la libertad de expresión y la independencia judicial. Por cierto, no sucedería lo mismo si gobernara el comunismo que defienden Yolanda Díaz o Pablo Iglesias. Habría un sindicato único y unos medios controlados por comisarios políticos. Hagan lo que hagan, Sánchez, Sordo, Álvarez y el resto de sanchistas no conseguirán imponer el pensamiento único y acabar con la separación de poderes, la libertad de prensa y la independencia judicial.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)