Presentación

Contenidos de marca

Uno de los términos más de moda en publicidad es el denominado «branded content», que podría traducirse como «contenidos de marca», que consiste básicamente en que el anunciante y sus agencias no hacen un anuncio tradicional, sino un espacio televisivo en el que, por supuesto, está presente la marca, pero debe ser atractivo de por sí para los espectadores. De hecho, el mayor éxito publicitario del último año es sin duda el salto espacial del paracaidista de Red Bull, que fue emitido gratis por cadenas de todo el mundo. Es el mejor ejemplo de cómo el «branded content» no tiene más límites creativos que la imaginación, y en ello reside mucho de su atractivo.

Hay muchos ejemplos actuales totalmente españoles. Ya comentamos cómo Mario Vaquerizo protagonizaba un espacio de moda de El Corte Inglés. Ahora, Discovery MAX estrena nuevos programas de «¿Cómo lo fabricamos?», protagonizado por Balay, y antes había hecho otros con Campofrío y Lactalis. Realmente, son publirreportajes actualizados y bien realizados como documental, que además tienen su audiencia.

Otra experiencia distinta es «Nebrija Versus. El debate final», un programa de televisión para la Universidad Nebrija que emite Neox y Nova, del grupo Antena 3. La liga Nebrija Versus, la primera liga preuniversitaria de debate en Madrid, que comenzó su andadura hace tres años, se convierte así en un contenido de marca televisivo, al estilo de los debates que se han visto tantas veces en universidades norteamericanas. Y que le sirve a esta universidad privada para darse a conocer entre sus posibles futuros estudiantes de una forma original y atractiva.

Más ligado al patrocinio está la experiencia de Buckler 0,0, que financia un cortometraje dirigido por el actor y director Paco León. «Motivos para Celebrar», en el que actúan Fele Martínez, Silvia Rey y Paca Montoya, se rodó en parte en La Carrera de la Mujer de Madrid del pasado domingo, pues todo el proyecto se encuadra en la lucha contra el cáncer de mama, al que irá destinada también toda la recaudación.

Lo curioso es que en los comienzos de la televisión eran los anunciantes y sus agencias los que producían los programas de mayor éxito, concursos y series incluidas, y las cadenas cobraban por emitirlos. Y resulta que muchas décadas después, con esto tan moderno del «branded content», se puede estar volviendo a esos orígenes, aunque de forma algo diferente.