EE UU

Trump presiona a un alto cargo de Georgia para amañar el 3-N: “Solo necesito 11.780 votos”

“The Washington Post” revela una grabación del presidente de EE UU en la que pide revertir los resultados para ganar en el Estado del sur y conseguir la reelección

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El presidente de EE UU, Donald Trump, ha urgido al secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, para que encuentre los 11.780 votos que necesitaba para ganar el Estado. Lo ha hecho en una conversación telefónica absolutamente explosiva, obtenida por el Washington Post, y que muchos, entre otros el columnista del Post, Jennifer Rubin, califican ya de golpista.

En la asombrosa charla, que tuvo lugar el pasado sábado a las 15:00 hora de Washington, Trump insiste en las elucubraciones sobre el supuesto fraude electoral, agita los fantasmas de los votos teóricamente perdidos y las máquinas misteriosamente trucadas e insinúa a Raffensperger que habría permitido un fraude de proporciones colosales. Para arreglar el problema Trump sólo necesita que el secretario de Estado le ayude a «encontrar» esos votos. Para animarle el presidente alterna las amenazas más o menos veladas con la necesidad de dar con alguien dispuesto a ayudarles. También añade que la gente, los votantes republicanos, están enfadados con lo que le Raffensperger y el resto de cargos republicanos que han negado la hipotética estafa, le «han hecho» al presidente. Una y otra vez Raffensperger, que en las últimas semanas ha recibido todo tipo de presiones, niega las afirmaciones de Trump y trata de explicarle, sin excesivo éxito, que nadie, ni los secretarios de Estado, ni el FBI, ni el fiscal general, ni los tribunales locales y federales ha encontrado no ya pruebas sino siquiera indicios de las conspiraciones. Durante la conversación los dos interlocutores principales no estuvieron solos.

Según el Post, en un momento u otro también participaron el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, y varios abogados cercanos a la campaña de Trump; Raffensperger participó junto con el abogado general de su oficina, Ryan Germany, y el subsecretario de Estado de Georgia, Jordan Fuchs. «Sé que te gustaría llegar al fondo», le dice en un momento de la charla Trump, «aunque hoy te vi por televisión y dijiste que no encontraste nada malo. Quiero decir, ya sabes, yo no perdí el estado, Brad. La gente ha dicho que fue la votación más grande de la historia. No hay manera. Mucha gente política dijo que no había forma de que me ganaran. Y me golpearon. Me ganaron... Como sabe, en todos los estados ... ganamos en todos los estados». Trump tampoco olvidó mencionar las elecciones al senado en Georgia, que serán decisivas para decidir el rumbo del legislativo. «Bueno, señor presidente», le responde Raffensperger, «el desafío que tiene es que los datos que tiene son incorrectos».

En cuanto a los llamados “votos bajo la mesa” se refieren a los maletines electorales que se utilizan para transportar los votos y que se guardan bajo las mesas durante el proceso de votación, por lo que las autoridades electorales han descartado que se trate de un fraude.