Arquitectura

Casi un milagro

La Razón
La RazónLa Razón

Fuimos condiscípulos rigurosos en el Seminario de Barcelona. Siempre muy cercanos: Él se llama Martínez y yo, Martí. Era y es un buen compañero, aunque en el Seminario nunca me hubiera imaginado que sería mi superior cardenalicio. Y ahora que lo es estoy muy satisfecho y agradecido ¡Nos hace quedar muy bien al curso! Su actuación en la Sagrada Familia ha sido espléndida: lograr que el mismo Papa viniera a consagrarla fue casi un milagro. Todo el mundo conoce la Sagrada Familia, posiblemente, a su cardenal, por esto creo que será un claro referente en el próximo Cónclave. ¡Seguro que nos sorprenderá de nuevo!