Coronavirus

¿Dónde están los test?

En una epidemia, como en casi todo, la buena información acerca a una solución. La ignorancia aleja de ella. Desconocemos el volumen real de contagiados por coronavirus. Es imposible saberlo sin los test que verifican la infección

Test de COVID-19
Test de COVID-19José Maluenda

España no aparece entre los paises que han realizado un mayor número de pruebas de comprobación para posibles pacientes del Covid-19. Tampoco entre los que menos. Directamente, no existe esa información, lo que no es precisamente un dato halagüeño.

En realidad, de lo que hemos aprendido hasta la fecha de esta pandemia y de las que la precedieron en la historia es que parece casi misión imposible acorralar un virus hasta liquidarlo si ignoramos quién esconde el bicho en su interior. Los casi 70.000 oficiales podrían ser hasta 800.000. Y eso es lo que tenemos entre manos en el país, un escenario opaco, en el que no sabemos en realidad el alcance de nuestra debilidad en forma de número de contagios, que es, al mismo tiempo, la fuerza de nuestro enemigo inmisericorde.

Sin los test, es imposible y, con más de 6.500 fallecidos, la verdad es que carecemos de ellos en el número y distribución que nos urge siquiera en una cifra mínimamente tolerable. El balance oficial en este campo ha sido hasta la fecha la adquisición tarde, muy tarde, miles de muertos tarde, de unos dispositivos que además han resultado un pufo. De hecho, en una secuencia surrealista, el lote de cientos de miles de estos fake-test tuvieron un viaje de ida y vuelta a China, para su devolución y cambio por otros por parte de la misma empresa que ya había dado gato por liebre. Increíble, pero cierto.

Es obvio que estos ensayos no curan en sí mismos, pero sí segregan sanos y contagiados con lo que se optimiza el confinamiento y se le pone mucho más difícil la transmisión al patógeno. Existe consenso entre los expertos en que la realización masiva de estos exámenes individuales ha sido clave para que países como Corea del Sur o Japón frenaran la expansión de la enfermedad y en ese espejo deberíamos mirarnos. El Gobierno de Seúl sometió a análisis a casi 400.000 personas antes de que el coronavirus quebrara las defensas y lo contuvo en la medida de lo posible. Obviamente, los test no lo son todo, pero sí la pieza de un mecano que, con la adecuada protección de los sanitarios, confinamiento e infraestructuras de salud, debería haber minimizado la tragedia. Ya es tarde.