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El Gobierno buscaba “gangas” y se encontró con más de 650.000 test defectuosos

La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, justificaba así la compra de los test fraudulentos: “Nos ofrecen gangas y luego no lo son". La culpa, de los intermediarios

Más de 650.000 test defectuosos. Más de 650.000 test fraudulentos que no contaban con los estándares de calidad y fiabilidad exigidos, tal y como el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido. Y una excusa, la de que en un contexto internacional en el que todo el mundo quiere obtener material de esta categoría, “España no va a perder ninguna oportunidad de adquirirlo”. Y en esas deben estar, cuando la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, admitía ayer, queesto es lo que pasa cuando quieres comprar “gangas”.

En una entrevista en Radio Euskadi, González Laya intentaba limpiar la imagen del Gobierno... a su manera. Así, aseguraba que en el Ejecutivo "no estamos acostumbrados a a comprar en China, es un mercado que nos es un poquito desconocido” y ya de seguido descargaba toda la responsabilidad en los intermediarios. Una estrategia que choca de lleno con la de Salvador Illa, que sigue manteniendo en secreto el nombre del proveedor nacional “habitual” que intervino en la operación.

La explicación de por qué nos “han colado” test defectuosos es, cuanto menos, digna de análisis: "Hay muchos intermediarios que se presentan, nos ofrecen gangas y después evidentemente resulta que eso no son gangas”. Dicho queda, el que busca gangas, se encuentra con más de 650.000 test fraudulentos en una de las peores crisis que ha atravesado este país.

“Tomarnos el pelo”

Hay que recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en Moncloa presumió de haber adquirido estos tests, que ya anunció como «fiables y homologados», sin serlo, como se ha comprobado después. Pues bien, la responsabilidad, a juicio de la ministra de Exteriores es de la oferta y la demanda: “Especula el intermediario y especulan los productores, porque cuando hay más demanda que oferta los precios pueden subir, que es lo que está pasando ahora”. Y ha dicho más: "Nos tenemos que asegurar mucho de que no nos tomen el pelo”.