UCI
Así deben ser las visitas en la UCI de los pacientes positivos en Covid-19
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) ha elaborado un decálogo de normas para garantizar la presencia de un familiar a diario, siempre que se cumplan todas las medidas de seguridad.
Nadie quiere que se vuelva a repetir la trágica circunstancia de que las personas ingresadas en las Ucis por Covid-19 pasen solas por una experiencia así, y menos aún que fallezcan sin haber tenido la compañía y el soporte de sus familiares. La experiencia es la ciencia más exacta de la pandemia y, gracias a ella, se pueden mejorar y enmendar errores pasados. Por ello, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) ha elaborado un decálogo de recomendaciones para las visitas en estas unidades, que forma parte del Plan de Desescalada en los Servicios de Cuidados Intensivos, que está puesto en marcha en las UCI de toda España.“La experiencia en aquellas UCI donde se ha permitido la visita controlada de la familia a pacientes Covid-19, en ciertos supuestos, ha sido positiva. Más aun una vez observados los efectos negativos y dolorosos que ha tenido en la población el aislamiento y la soledad de estos enfermos y sus familias, repercutiendo psicológicamente incluso sobre los profesionales”, explican los doctores responsables del documento, englobado en la ‘Humanización de los Cuidados Intensivos’.
Decálogo de recomendaciones
Visitas, si, pero escrupulosamente organizadas, escalonadas, con garantías de que se cumplen todas las medidas de seguridad y sin ningún tipo de contacto físico con los pacientes. Para dar este paso sin riesgos, los expertos ofrecen estas diez recomendaciones:
- Mientras las pruebas de laboratorio del paciente sean positivas, las visitas dentro del box deben estar restringidas de manera absoluta, salvo circunstancias extraordinarias.
- Los familiares deben estar libres de síntomas y con test negativo de SARS-CoV-2, en caso de haber estado en contacto con el enfermo.
- Si los pacientes se encuentran en boxes cerrados con puertas o ventanas de cristal, y siempre y cuando el resto de la unidad se considere limpia, se debería garantizar la posibilidad de una visita diaria respetando las adecuadas medidas de seguridad, es decir: mascarilla, lavado de manos y bata desechable no impermeable.
- En UCI con cohorte específica de COVID-19, cuyos pacientes se encuentren en boxes abiertos, la visita se permitirá más allá de la línea roja de contacto (2 metros), con mascarilla, bata desechable no impermeable y guantes.
- Las visitas han de ser supervisadas y limitadas en tiempo, ayudando y vigilando al familiar en la colocación y retirada del equipo de protección individual (EPI), que no ha de ser el mismo que se utiliza para entrar dentro del box.
- Las visitas se deben organizar escalonadamente en el tiempo, para garantizar esta adecuada supervisión, así como evitar aglomeraciones en las salas de espera (la cual se debe evitar usar) y garantizar el adecuado distanciamiento entre las diferentes familias que acuden a la UCI.
- Solo podrá realizar la visita una persona, idealmente la misma siempre, y que esta haga de interlocutor con el resto de la familia.
- A todas las familias se les debe explicar las condiciones y motivo de la política de visitas, así como la posibilidad de que las condiciones varíen según la evolución de la pandemia.
- Durante la visita, no podrán ayudar en labores de cuidados que impliquen contacto físico con el paciente. La mera presencia, el apoyo psicológico, la participación en las decisiones son también un medio de participación familiar en los cuidados.
- En el momento en que los clínicos confirman que el paciente no es contagioso, se podrá valorar el paso a una visita más normalizada e incluso un acompañamiento familiar.
Excepciones
Hay algunos casos excepcionales en los que se puede contemplar el acompañamiento dentro del box y/o a pie de cama por motivos clínicos o humanitarios, siempre que hayan sido aprobado por el equipo asistencial en sesión clínica. Algunos ejemplos de estas situaciones serían las de pacientes en proceso de morir, de muy larga estancia, en destete ventilatorio con agitación refractaria que dificulta el proceso, con síndromes o trastornos importantes que requieran un soporte afectivo, menores de edad, pacientes conscientes con signos de depresión/ansiedad graves con repercusión clínica (como la negativa a colaborar en la fisioterapia), entre otros.
Otro de los aspectos que se contempla en este documento es la posibilidad de que se produzca una falta de EPIs, como paso al principio de la pandemia. Si así sucediera, las visitas deberían restringirse totalmente hasta que dicho problema se resolviera, ya que, durante ese tiempo, se debe garantizar el abastecimiento de EPI para los profesionales.
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