Enfermedades raras

Síndrome de Stendhal: ¿La belleza artística puede enfermar?

Los síntomas aparecen cuando alguien se siente profundamente abrumado por la belleza de algún monumento, paisaje u obra de arte

Visitantes observan El jardín de las Delicias, de El Bosco, en el Museo del Prado | Fuente: Víctor Lerena
Visitantes observan El jardín de las Delicias, de El Bosco, en el Museo del Prado | Fuente: Víctor LerenaVíctor LerenaAgencia EFE

En el año 1979, la psiquiatra del Hospital Santa Maria Nuova de Florencia, Garaziella Magherini, analizó 106 “ataques de pánico causados por el impacto psicológico de una gran obra maestra”. Al parecer es algo que ocurre con más frecuencia de lo que parece: entre 10 y 20 veces al año. Los turistas llegan a Florencia y se quedan absolutamente maravillados con las magníficas e imponentes obras de arte de la ciudad. Y algunas personas, quizás las más impresionables o las más sensibles, llegan hasta el punto de entrar en un momento de euforia. Pierden el aliento, se marean, el corazón se les acelera y en algunos casos más extremos pueden aparecer la amnesia, la paranoia, las crisis de pánico y las alucinaciones.

Fotografía de la ciudad de Florencia al atardecer | Fuente: Civitatis
Fotografía de la ciudad de Florencia al atardecer | Fuente: CivitatisCivitatis

La doctora Magherini bautizó a aquella enfermedad psicosomática como “Síndrome de Stendhal”. Porque sus síntomas se parecían mucho a los descritos por el escritor francés Marie-Henri Beyle (más conocido por su pseudónimo literario “Stendhal”) en su libro “Napoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio”. Allí, el escritor describe la conmoción que sintió al entrar en la Basílica de Santa Croce (donde están enterrados Maquiavelo, Miguel Ángel y Galileo) a través de uno de sus personajes:

“Estaba en una especie de éxtasis por la idea de estar en Florencia, cerca de los grandes hombres cuyas tumbas había visto. Absorto en la contemplación de lo sublime... llegué al punto en que uno se encuentra con sensaciones celestiales... Todo hablaba tan vívidamente a mi alma. Ah, si pudiera olvidar. Tenía palpitaciones del corazón, lo que en Berlín llaman ‘nervios’. La vida me fue drenada. Caminé con el miedo de caer”.

Fachada de la Basílica de Santa Croce (Florencia) | Fuente: commons.wikimedia.org
Fachada de la Basílica de Santa Croce (Florencia) | Fuente: commons.wikimedia.orgLa Razón

¿Se ha magnificado el Síndrome de Stendhal?

Desde el momento en el que Magherini describió esta afección se generó una gran controversia. A día de hoy, gran parte de los psicólogos clínicos lo reconocen como un trastorno real. Sin embargo, una parte importante de la comunidad científica entiende que en muchos casos se ha sobredimensionado el impacto de la afección con un ánimo romántico e -incluso- económico. Porque es un reclamo que se ha utilizado en no pocas ocasiones para favorecer el turismo de Florencia.

La respuesta podría estar en la sugestión, en las propias expectativas que los viajeros ya llevaban consigo. Y que, por lo tanto, se trate en realidad, de una enfermedad autoinducida. Además, en muchos de los casos registrados, los afectados por el Síndrome de Stendhal ya arrastraban algunos problemas de salud mental o se daban en un momento de sus vidas especialmente críticos y después de eventos estresantes.