Salud

Mito o realidad: ¿dejan de hacer efecto los antibióticos con el alcohol?

La toma de ciertas sustancias junto a medicamentos suele causar confusión

El sexo de los pacientes podría ser algún día una consideración importante a la hora de prescribir antibióticos, según esta investigación
El sexo de los pacientes podría ser algún día una consideración importante a la hora de prescribir antibióticos, según esta investigaciónDreamstimeDreamstime

El descubrimiento de ciertos medicamentos ha sido uno de los hallazgos más importantes de la historia. Así, muchos de estos han sido capaces de conseguir que en solamente unas décadas las personas vivan una mayor cantidad de años. Incluso, estas han aumentando exponencialmente la esperanza de vida de la mayoría de las sociedades.

España, por ejemplo, es uno de los países donde este indicador es toda una referencia a nivel mundial. En la actualidad nuestro país destaca como uno de los más destacados en esperanza de vida situándose en segunda posición absoluta. Además, esto es algo que según los expertos mejorará en los próximos años adquiriendo la primera plaza.

Así, nuestro país conseguirá, según la mayoría de proyecciones, adelantar a la todopoderosa Japón y ser el referente absoluto. Pese a ello, otros indicadores han tomado caminos opuestos y en los últimos años se ha podido ver un aumento de nuevas patologías estrechamente relacionadas con los estilos de vida actuales.

Los antibióticos, por ejemplo, son el claro ejemplo de este tipo de medicamentos. Estos son una sustancia química producida por un ser vivo o derivado sintético, que mata o impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles. En la actualidad, la mayoría son fármacos que se utilizan en el tratamiento de distintas infecciones por bacterias, conocidos popularmente como “antibacterianos”.

Ante esta gran utilización suele surgir una duda relacionada con su toma de forma recurrente. Las bebidas alcohólicas se han convertido, con total seguridad, en uno de los productos más consumidos alrededor del mundo. Pese a sus efectos contrastados, muchos toman de forma habitual alguno de estos productos cuya relación con los antibióticos puede ser extraña.

¿Mito o realidad?

Pese a la creencia extendida de que consumir alcohol cuando nos encontramos tomando antibióticos no parece existir evidencia científica al respecto. En declaraciones al medio Rac1 el médico del Hospital Vall d’Hebron, Oscar Len, expone que “no existe ninguna evidencia de que los antibióticos vean modificada su evidencia o actividad por el consumo de alcohol”.

Pese a ello, el médico si alerta de de que este consumo como siempre debe ser moderado. Además, el portal especializado MayoClinic expone que “los antibióticos y el alcohol pueden causar efectos secundarios similares, como malestar estomacal, mareos y somnolencia”. Así, estos no anulan los efectos pero pueden provocar malestar en el organismo de forma evidente.

El mismo portal, incluso, alerta de que antibióticos como el metronidazol (Flagyl), el tinidazol (Tindamax) y el sulfametoxazol y la trimetoprima (Bactrim), no deben mezclarse con el alcohol. Esto se debe a que pueden provocar “una reacción más grave”. Incluso, el antibiótico linezolid (Zyvox) interactúa con ciertas bebidas alcohólicas provocando un peligroso aumento de la presión arterial.

Por último, cabe destacar que la toma de bebidas alcohólicas pese a no influir en la eficacia de los antibióticos sí reduce la energía. Por ello, la recuperación de las enfermedades puede ser más lenta.