Salud maternal

Consejos para que la futura mamá y el bebé duerman bien

El descanso es básico para ambos, ya que fortalece el sistema inmune y ayuda a controlar el nivel de insulina

Desde el punto de vista biológico, la edad ideal para tener hijos es "cuánto antes, mejor" (dentro de lo razonable) | Fuente: Dreamstime
Desde el punto de vista biológico, la edad ideal para tener hijos es "cuánto antes, mejor" (dentro de lo razonable) | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

Durante el embarazo, dormir bien puede resultar complicado. A medida que los meses pasan, resulta más difícil encontrar una posición cómoda para dormir. Tal vez tenga que levantarse a orinar a las 03:00 de la madrugada o se despierte por un calambre en los gemelos, por un dolor de espalda o con ardor de estómago.

El estrés también puede afectar al sueño, disminuyendo su duración así como su calidad, lo que empeora su salud, ya que descansar es bueno tanto para cubrir sus necesidades físicas como mentales. Y es que resulta básico para el correcto funcionamiento de las funciones vitales de la embarazada, pero también es crucial para el bebé, ya que durante el descanso, la madre restaura el funcionamiento de los vasos sanguíneos, fortalece su sistema inmunológico y controla la forma en que su cuerpo reacciona a la insulina, todos ellos elementos esenciales para el bienestar no solo de la madre, sino también del bebé.

Por eso, dormir y descansar durante el embarazo resultan cruciales. «Las embarazadas duermen más horas porque durante la gestación se descansa menos», recuerda el doctor Eduard Estivill, director de la Unidad de Gestión del Descanso del centro Olympia Quirónsalud., en Madrid.

Y en el caso de aquellas mujeres que ya tenían previamente algún trastorno del sueño, durante la gestación «su insomnio suele empeorar. Aunque en algunos casos como el no poder dormir tiene muchas causas, si es por el estrés a veces mejoran porque están más tranquilas o cambian su rutina. Otras veces cuando es, por ejemplo, una mujer con apnea del sueño, su trastorno puede realmente empeorar o continuar», explica el experto.

¿Cuál es la mejor postura?

La mejor posición para dormir cuando una está embarazada, tal y como recomiendan las matronas, es de lado, sobre todo el izquierdo, ya que favorece el aporte de sangre hacia la placenta y, por tanto, de oxígeno para el bebé. Hay que evitar dormir boca abajo lógicamente pero también boca arriba, ya que el peso del útero en crecimiento presiona la arteria que lleva la sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón, lo que altera la circulación y puede provocar mareos en la madre y problemas en el pequeño.

También es muy importante seguir unos «ritmos biológicos estrictos, lo que llamamos normas higiénicas del sueño. Es decir, acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora, que nos toque la luz a primera hora de la mañana, desconectar del mundo digital, fuera móviles, tabletas..., al menos dos horas antes de acostarnos y, sobre todo, seguir una alimentación adecuada», aconseja el doctor Estivill.

Siguiendo todos estos consejos, la madre descansará mejor, lo que redundará en el beneficio del feto que cuanto más pequeño más duerme.

Nada menos que hasta 20 horas.En cambio, «cuanto más se acerca a los ocho o nueves meses ya empiezan a dormir igual que cuando nacen. Es decir, a trocitos espaciados de dos o tres horas estando dormido, momentos despierto... Esto lo hace en un ritmo de 24 horas independientemente de lo que sucede externamente», explica el neurofisiólogo, que recuerda que los fetos cuando bostezan «no es por aburrimiento, ni por hambre, ni por sueño, porque duermen cuando quieren».

Los problemas pueden aparecerles al nacer. «El reloj biológico que controla el sueño todavía es inmaduro, por lo cual el bebé, que ha de dormir 10-11-12 horas, lo hace a trocitos. Duerme un rato de dos o tres horas, se despierta, come, se vuelve a dormir dos o tres horas y así durante 24 horas», explica el doctor.

Este tipo de ritmo se produce durante los dos primeros meses y «es en el tercero –prosigue– cuando empieza a hacerse una pausa nocturna más larga que se va alargando en el tiempo para luego dormir 12 horas seguidas si todo va bien».

Pero, ¿y si no duerme lo suficiente? Lo primero que hay que hacer es ver, según detalla el doctor, «si hay una causa que lo origina: médica o de hábitos. Hay que descartar todas las causas médicas que pueda tener el bebé: puede tener reflujo, una pequeña inflamación de oído... El pediatra será el que lo diagnostique. Si se descarta enfermedad, entonces hay que mirar si realmente los hábitos que inculcamos al bebé para que aprenda a dormir son correctos y en el caso de que no lo sean es cuando le podemos enseñar a dormir correctamente».

En cuanto a la madre, «lo aconsejable es que duerma durante el día los mismos espacios de tiempo que el bebé»., concluye el director de la Unidad de Gestión del Descanso del centro Olympia Quirónsalud, compuesta por un equipo multidisciplinar de especialistas en Medicina del Sueño avalados por la European Sleep Research Society, con capacidad de orientar, diagnosticar y tratar cualquier trastorno del sueño como insomnio, somnolencia excesiva, narcolepsia, ronquidos, apnea, síndrome de piernas inquietas, jet lag, sonambulismo, etcétera, así como para ayudar a mejorar el descanso y el rendimiento de deportistas profesionales y amateurs.

Mejorar el sueño de gestantes con epilepsia

Las embarazadas con epilepsia tienen peor calidad del sueño durante el embarazo y el posparto en comparación con las no gestantes, según un estudio de «Neurology». La privación de sueño aumenta el riesgo de crisis epilépticas y complicaciones del embarazo, y además una mala calidad del sueño tras el posparto se atribuye a un menor neurodesarrollo en los pequeños. «Nosotros, los médicos del sueño, podemos hacer que la madre con epilepsia tenga un embarazo normal incluso recibiendo medicación, así como también ayudar en el caso de pacientes con trastornos psiquiátricos leves», asegura el director de la Unidad de Gestión del Descanso del centro Olympia Quirónsalud.