Investigación española

Un nuevo fármaco oral reduce el riesgo de progresión del tumor en pacientes con cáncer de mama ER+ HER2-

Esta nueva opción también demuestra un mejor control de la enfermedad en pacientes con metástasis pulmonares o hepáticas

Los avances en el abordaje del cáncer de mama son numerosos en los últimos meses, lo que aumenta la esperanza de controlar esta enfermedad en la gran mayoría de pacientes. Sin embargo, todavía hay algunos casos que se quedan en la retaguardia y en los que no se logran los resultados deseados. Ante esa circunstancia, la investigación no cesa.

Buena prueba de ello es que ahora Camizestrant, un fármaco degradador selectivo del receptor de estrógeno de próxima generación (ngSERD) que se toma a diario a través de una pastilla y desarrollado por la farmacéutica AstraZeneca, ha logrado mejorar la supervivencia libre de progresión, en comparación con la opción fulvestrant, en pacientes con cáncer de mama con receptor de estrógeno (ER) positivo y HER2 negativo en el ensayo de fase II SERENA-2, según los resultados presentados esta mañana en la 45ª edición del Simposio sobre el cáncer de mama de San Antonio 2022 (SABCS), que se celebra del 6 al 10 de diciembre.

El cáncer de mama es el cáncer más común en todo el mundo. Aproximadamente el 70% de los tumores de cáncer de mama son ER positivo y HER2 negativo. Este tipo de tumor se suele tratar con fármacos que inhiben la actividad del ER, que impulsa el crecimiento de estos tumores. Las formas comunes de tratamiento incluyen moduladores selectivos de ER (SERM), que inhiben elER en el tejido mamario; inhibidores de la aromatasa, que impiden la producción de estrógeno; y SERD, que antagonizan y desestabilizan el ER, lo que conduce a su inhibición y degradación. «Sin embargo, la mayoría de los tumores eventualmente desarrollan resistencia a las terapias endocrinas disponibles y comúnmente adquieren una mutación en el gen que codifica para el ER, ESR1. Los SERD, como fulvestrant, pueden bloquear la actividad del ER en tales casos», explica la doctora Mafalda Oliveira, investigadora del grupo de cáncer de mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncóloga médica del Hospital Universitari Vall d’Hebron, quien hace hincapié en que «estos halagüeños resultados vuelven a avivar el entusiasmo por este tipo de fármacos que ya se habían estudiado anteriormente».

En concreto, «estos tumores con mutación en ESR1 tienen una activación constitutiva del ER y presentan un peor pronóstico, por lo que se necesitan nuevas opciones terapéuticas. En ese sentido los fármacos orales SERD de próxima generación tiene el potencial de inactivar la señalización de crecimiento, lo cual es especialmente importante en el contexto de tumores con mutaciones en ESR1», añade la investigadora.

Actualmente fulvestrant es el único fármaco SERD aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA)y por la Agencia Europea del Medicamento (AEM) para el tratamiento del cáncer de mama, y debe administrarse mediante inyección intramuscular en el consultorio de un médico. Los investigadores están trabajando para desarrollar nuevos SERD más eficaces y de fácil administración.

La doctora Oliveira ha estado involucrada en el desarrollo de esta molécula y es la coordinadora internacional del estudio SERENA-2. «Se trata del primer ensayo de fase 2 que investiga varias dosis de un fármaco SERD de próxima generación frente a fulvestrant en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama ER+ HER2˗ avanzado con recurrencia o progresión de la enfermedad después recibir tratamiento endocrino».

Mejora de la supervivencia libre de progresión del tumor

«Los resultados del estudio demuestran que globalmente y tanto en pacientes con o sin mutaciones en ESR1 camizestrant es estadística y clínicamente superior a fulvestrant en términos de aumento de la supervivencia libre de progresión (PFS en sus siglas en inglés, es el tiempo desde el inicio del tratamiento hasta que el tumor vuelve a crecer)», detalla Oliveira.

En concreto, la población estudiada camizestrant redujo significativamente el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en un 42% con la dosis de 75 mg (mediana de PFS de 7.2 vs 3.7 meses) y en un 33% con la dosis de 150 mg (mediana de PFS de 7.7 vs 3.7 meses), comparado con fulvestrant. Entre los pacientes que presentaban una mutación ESR1, camizestrant mostró una reducción del 67% en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte con una dosis de 75 mg y una reducción del 45% con 150 mg en comparación con los que recibieron fulvestrant. También se observó eficacia en pacientes sin una mutación ESR1 detectable, con una reducción del 22 % y del 24 % en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte con 75 mg y 150 mg, respectivamente.

También en pacientes con metástasis

Además, tal y como detalla Oliveira, Camizestrant también demostró un mejor control de la enfermedad en pacientes con metástasis pulmonares o hepáticas, donde se mostró una reducción del 67 % y del 45% en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte condosis de 75 mg y 150 mg, respectivamente, así como en pacientes que habían recibido un tratamiento previo con un inhibidor de CDK4/6, donde camizestrant mostró una reducción del 51 % en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte con la dosis de 75 mg (con una mediana de PFS de 5.5 frente a 2.1 meses) y un 32 % de reducción en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte con 150 mg (de 3.8 frente a 2.1 meses). «Se trata de grupos importantes de pacientes ya que se necesitan mejoras en las terapias actuales», añade Oliveira, quien destaca que «los resultados de este estudio respaldan la continuación del desarrollo de camizestrant en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos».

Próximos pasos

Los investigadores están dando seguimiento a estos datos con dos ensayos clínicos de fase III: uno que evalúa la eficacia de camizestrant frente a un inhibidor de la aromatasa como terapia de primera línea y el otro que examina el beneficio de la anticipación y la sustitución del tratamiento con camizestrant cuando se detectan mutaciones en ESR1 en ADN tumoral circulante en sangre, ambos en combinación con inhibidores de CDK4/6.