El acceso, la asignatura de las CAR-T pendiente en España

Se cumplen cinco años desde la puesta en marcha del Plan Nacional de Terapias Avanzadas. Una iniciativa pionera que colocó a España como referente en el uso de este tipo de tratamientos innovadores y disruptivos. Pero, pasados el tiempo, y haciendo un análisis de la situación, la realidad es que, tras esos primeros e importantes pasos, en la actualidad, estas terapias no están llegando a todos los pacientes y se está demorando la aprobación de algunos tratamientos e indicaciones.

De todo ello se habló en el IV Encuentro de terapias avanzadas, celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina y con la colaboración de Gilead. «Hace unos años, si un paciente era resistente a la quimioterapia, lo tenía perdido todo. La llegada de las CAR-T es una nueva esperanza para estos enfermos», recordó el Dr. Alejandro Martín, hematólogo del Hospital Universitario de Salamanca y vicepresidente del Comité Científico del Grupo Español de Linfomas (Geltamo), en dicho encuentro. Estos años de aprendizaje y puesta en marcha han servido, entre otras cosas, para subrayar la importancia de los tiempos de aplicación en este tipo de linfomas es clave. «Las CAR-T son terapias vivas que evolucionan constantemente, van a ir a líneas más precoces y van a aparecer nuevos fármacos. Tenemos que adaptarnos a todo ello», puntualizó.

«Ahora que ya tenemos datos de seguimiento de cinco años, sabemos que el 40% de pacientes con linfoma difuso de células grandes puede curarse». Por ello, «la aceleración en las indicaciones es clave, así como que los pacientes tengan acceso lo más rápidamente posible», continuó.

«Todos los pacientes tienen el mismo derecho a tener acceso a las terapias disponibles»

Por su parte, Dra. Mariana Bastos, coordinadora de Linfomas en la Unidad de Terapias Avanzadas del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, señaló como otro de los aprendizajes la necesaria identificación precoz del paciente, para lo que será esencial la multidisciplinariedad y la conexión entre especialidades. Y es que las terapias CAR-T son una alternativa de tratamiento eficaz para aquellos pacientes que se hayan vuelto resistentes a otros tratamientos, como en el caso de quienes padecen linfoma.

De hecho, esta especialista señaló que «en el caso del linfoma difuso de células grandes, el CAR-T cura. Y, a pesar de que hay otras terapias que están entrando, contamos con la solidez del seguimiento de cinco años que nos dice que los pacientes con CAR-T se curan. Y eso lo hemos podido ver, juntando los datos de más de 300 pacientes infundidos. En agosto hemos publicado uno de los últimos estudios en los que vemos como en estos pacientes refractarios esa supervivencia se mide en años cuando antes era en meses». Pero, puntualizó, «es importante aplicarla en el momento en que va a aportar el mayor beneficio. Esto es en segunda línea de tratamiento, no tercera».

Sobre la importancia de la equidad y el acceso a las CAR-T habló Dr. Raúl Córdoba, coordinador de la Unidad de Linfomas del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, quien afirmó que «los pacientes deben tener el mismo derecho a acceder a las terapias disponibles, tenemos que luchar contra las desigualdades y la inequidad, y no solo en relación con otros países europeos. ¿Por qué un paciente español no tiene acceso y uno de un país vecino sí? Esto nos lo preguntan nuestros pacientes», aseguró.

Porque, como sentenció Dra. Anna Sureda, presidenta del Grupo de Trasplante Hematopoyético de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y de la Sociedad Europea de Trasplante Hematopoyético, si hace cinco años «Europa nos miró con envidia» por la puesta en marcha del plan, «hacer que no sea un éxito efímero está en nuestra mano para seguir siendo líderes».