Crisis salud mental
La adicción a la tecnología, principal motivo de derivación a Psiquiatría en adolescentes
Los padres no se sienten directamente implicados en esta conducta, ya que consideran que son los adolescentes los que tienen que “autorregular” su tiempo frente a las pantallas
Las consultas de menores en las urgencias psiquiátricas se han triplicado, se ha multiplicado por cuatro los ingresos y se han duplicado los trastornos alimentarios desde que comenzó la pandemia de covid. La salud mental de los menores está al límite. Solo en Madrid capital “se han tenido que abrir dos unidades psiquiátricas en los hospitales Puerta del Hierro y Doce de Octubre y aun así se va a necesitar incorporar una tercera unidad en el Hospital Clínico", señaló la psiquiatra y psicoterapeuta especialista en niños y adolescentes María Velasco, el pasado viernes, durante una jornada celebrada en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM).
La adicción a la tecnología es ya el principal motivo de derivación a Psiquiatría en menores de 12 años. "Anteriormente, en el centro de atención de dependencias, las derivaciones se realizaban por consumo de sustancias como porros”, explicó la especialista.
También ha aumentado el consumo de medicamentos como ansiolíticos y antidepresivos y se ha incrementado el número de suicidios e intentos de suicidio entre los menores. De hecho, uno de cada 20 chicos y chicas entre 11 y 18 años ha intentado quitarse la vida (5%), casi el 21% ha deseado estar muerto, alrededor del 17% ha tenido ideas de suicidarse y el 7,5% incluso lo ha planificado en algún momento. Además, un 5,4% tendría riesgo “elevado” de conducta suicida, según datos un estudio con más de 8.500 menores entre 14 y 18 años elaborado por la Psicofundación y el Consejo General de la Psicología de España.
En este contexto tan alarmante, están directamente implicados factores como el uso abusivo de pantallas, el impacto negativo que tiene la excesiva información del suicidio en los medios de comunicación; el consumo de pornografía y la dificultad para conciliar de los padres.
En este sentido, la psiquiatra infanto-juvenil recalcó que los padres "no se sienten responsables de ese abuso" ya que entienden que son los niños "quienes deben regular el tiempo frente las pantallas".
¿Limitación externa o autocontrol?
Diversos estudios han investigado los efectos de limitar o abstenerse de las redes sociales. Pero muchas de las intervenciones requieren una fuerte supervisión y la eliminación de aplicaciones o el uso de una aplicación especial para bloquear o limitar las redes sociales. La responsabilidad externa puede ayudar a algunos usuarios, pero también conlleva un mayor riesgo de fracaso, al igual que en el caso de otro tipo de adicciones.
"Los adolescentes de entre 13 a 17 años establecen un vínculo con la persona que ven en la pantalla y confían en poder compartir sus problemas con alguien externo, ya que se sienten incomprendidos por sus padres o no saben cómo buscar ayuda adecuada. Y enseñarles a través de las redes a tener un pensamiento crítico", señaló el tiktoker Mike Fajardo. Por ello, recomendó a los padres “que se sumerjan en el mundo virtual en el que se mueven sus hijos e intervengan. "Es importante que conozcan a los creadores de contenido a los que siguen sus hijos y evaluar si su influencia es positiva o negativa, así como ayudarles a distinguir entre lo real y lo ficticio, limitar su tiempo en el mundo virtual y fomentar la participación en actividades fuera de línea".
Usarlas 30 minutos al día: desafiante pero liberador
Son abundantes las investigaciones en las que se ha podido demostrar una correlación directa entre el uso abusivo de las redes sociales y el mayor riesgo de trastornos como la ansiedad o la depresión, de sentimientos profundos de soledad y de comportamiento agresivos relacionados con el acoso escolar.
Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio había podido determinar- siguiendo un método científico- si la disminución del tiempo que los adolescentes pasan conectados a internet producía efectos positivos en su salud mental.
Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), han llevado a cabo un experimento de dos semanas con 230 estudiantes universitarios, en el que se pidió a la mitad que limitara el uso de las redes sociales a 30 minutos al día. Para ello, recibían recordatorios diarios automáticos.
Los resultados, publicados en la revista “Tecnología Mente y Comportamiento”, revelan que se obtuvieron puntuajes significativamente más bajos para la ansiedad, la depresión, la soledad y el miedo a perderse al final del experimento en comparación con el grupo de control.
También obtuvieron una puntuación más alta en "afecto positivo"- que los investigadores describen como "la tendencia a experimentar emociones positivas descritas con palabras como 'emocionado' y 'orgulloso'"- "Me sorprendió descubrir que el bienestar de los participantes no solo mejoró en una dimensión sino en todas. Me entusiasmó saber que una intervención tan simple como enviar un recordatorio diario puede motivar a las personas a cambiar su comportamiento y mejorar sus hábitos en las redes sociales", señaló Ella Faulhaber, estudiante en interacción humano-computadora y autora principal del artículo. Muchos de los participantes en el estudio comentaron que los primeros días de reducción fueron desafiantes. Pero después del impulso inicial, uno dijo que se sentía más productivo y en sintonía con su vida. Otros compartieron que estaban durmiendo mejor o pasando más tiempo con personas en persona.
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