Esta es la bebida natural que, además de ser refrescante, sirve para quemar grasa

Picante, de fuerte aroma y con propiedades curativas, el jengibre ha sido utilizado desde tiempos milenarios por diferentes culturas para tratar todo tipo de males. Esta raíz es originaria de Asia, específicamente de países como la India o Malasia, y llegó a Europa por medio del comercio de especias.

La primera referencia que tenemos del jengibre en el continente tiene lugar en Francia y Alemania durante el siglo IX, y un poco más tarde en Inglaterra, donde en el siglo XI ya era bien conocido, dando lugar a bebidas como el ginger ale, la cerveza o el té de jengibre. Desde entonces, ya era común verlo en diferentes preparaciones, pues es uno de los antioxidantes naturales más potentes junto a la cúrcuma.

Hoy en día, el jengibre se ha popularizado en la cocina al ser un condimento ideal para bebidas como tés e infusiones, comidas y postres, entre las diferentes preparaciones culinarias. Dentro de la cultura 'fitness', el jengibre es fuertemente aclamado porque sí, efectivamente, es un quema grasa natural de gran efectividad.

Por qué quemamos más y comemos menos con el jengibre

La clave está en la capacidad que esta raíz tiene de acelerar nuestro metabolismo, es decir, que nos ayuda a quemar calorías de manera más eficiente debido a sus propiedades termogénicas que promueven el gasto energético. Además, el jengibre tiene un efecto saciante.

Estudios han probado que ingerir agua de jengibre después de la comida ayuda a saciar nuestro organismo rápidamente, evitando los atracones de comida y llevándonos a tener una relación más sana con la alimentación. Pero definitivamente, la cereza del pastel es su contenido (25%) de gingerol, que le otorga su característica estrella, ser un gran antiinflamatorio y analgésico.

La bebida refrescante que ayuda a adelgazar

Usualmente, para mejores resultados, esta bebida debería tomarse caliente, como una infusión de jengibre, así potenciamos los efectos termogénicos de la raíz. El primer paso es hervir agua para luego rallar el jengibre y dejar que libere su sabor durante unos minutos para finalmente colar. Si lo que queremos es que el picor natural del jengibre nos refresque, también podemos meterlo en la nevera o usar hielo para enfriar. Recordemos que, si queremos endulzar esta preparación, es preferible que se haga con miel. Así procuramos que sea lo más sano posible.