Ola de calor
Miguel Assal, técnico de emergencias: “Así debes actuar en caso de golpe de calor”
El experto en primeros auxilios alerta sobre los síntomas del golpe de calor y explica cómo intervenir correctamente ante esta situación que cada verano causa decenas de muertes
Con la llegada de julio, el ascenso implacable de las temperaturas y la primera ola de calor del verano, el golpe de calor vuelve a ser un enemigo silencioso que puede tener consecuencias fatales si no se reconoce a tiempo. Miguel Assal, técnico de emergencias y divulgador sanitario, ha compartido a través de sus redes sociales un vídeo didáctico en el que explica paso a paso cómo actuar ante esta emergencia médica. Su mensaje, claro y directo, busca salvar vidas en plena temporada estival.
“Puedes estar sufriendo un golpe de calor y sí, puede ser mortal”, advierte Miguel en su intervención. A través de ejemplos cotidianos y una explicación accesible, detalla cuáles son los síntomas que deberían encender las alarmas y qué medidas se deben tomar inmediatamente para evitar que la situación se agrave.
Cómo saber si le está dando a alguien un golpe de calor
El golpe de calor no da muchas señales previas. Puede manifestarse de forma repentina, especialmente tras una exposición prolongada a temperaturas elevadas. Según Miguel, si una persona tiene fiebre sin estar enferma (sin infección vírica, por ejemplo) y ha estado expuesta al sol o al calor intenso, podría estar comenzando a sufrir un golpe de calor.
Otros síntomas clave incluyen dolor de cabeza, sensación de mareo, debilidad general, y una temperatura corporal superior a los 39ºC. En estos casos, el experto subraya la necesidad de actuar con rapidez: “Busca un lugar fresco y ventilado y llama a emergencias”.
Cómo actuar mientras llega ayuda en caso de golpe de calor
Mientras se espera la llegada de los servicios sanitarios, hay varios pasos que pueden marcar la diferencia:
- Enfriamiento inmediato: La mejor opción es realizar una inmersión gradual del cuerpo en agua, como una bañera o piscina. Si esto no es posible, se debe aplicar agua en zonas clave como el cuello, las axilas y la zona inguinal. “Vamos a por el enfriamiento de la abuela”, dice el técnico, haciendo referencia a este método tradicional pero eficaz utilizando un paño húmedo en las zonas mencionadas.
- Hidratación controlada: Si la persona está consciente y puede tragar, se recomienda darle agua a pequeños sorbos, preferiblemente a temperatura ambiente. Las bebidas muy frías pueden producir un choque térmico y agravar la situación.
- Colocación lateral: En caso de mareo o pérdida de conciencia, hay que colocar al afectado de lado. Esto evita el riesgo de broncoaspiración, es decir, que pueda atragantarse con su propio vómito o saliva.
Cómo prevenir un golpe de calor
Aunque conocer cómo actuar es vital, Miguel insiste en que lo fundamental es prevenir que el golpe de calor se produzca. Para ello, recuerda algunas recomendaciones básicas que deben seguirse con rigor:
- Evitar la actividad física entre las 12:00 y las 17:00 horas, el tramo más caluroso del día.
- Hidratarse frecuentemente, incluso si no se tiene sed.
- Usar ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables.
- Protegerse del sol con gorras, gafas y crema solar, ya que las quemaduras dificultan la autorregulación térmica del cuerpo.
- Cerrar persianas durante el día y ventilar la vivienda por la noche.
- Acudir a espacios climatizados o refugios climáticos en caso de no disponer de aire acondicionado en casa.
El divulgador sanitario también recuerda que hay colectivos especialmente vulnerables: ancianos, niños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas deben recibir especial atención durante los días más calurosos. “Cuidado, sobre todo, con ancianos y niños”, recalca el técnico.
En un contexto en el que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas, hacer caso a pautas como la de Miguel Assal cobra un valor fundamental. Su mensaje final es claro: no subestimar el calor. El golpe de calor puede parecer una molestia temporal, pero sus efectos pueden ser letales si no se responde con rapidez y conocimiento. Con unos pasos sencillos y una actitud atenta, se pueden evitar tragedias cada verano.